ecuación

jueves, 21 enero 2010. Estoy sentada en el escalón que daba al jardín de la casa de mi abuela. No me atrevo a moverme porque noto dentro del cuerpo bolas de masa de pan cruda y tengo miedo a desmoronarme. Mi tía Encarna se asoma y me pregunta si quiero una bolsa. Le digo que ya tengo una. Me pongo una bolsa de plástico sobre la cabeza, me cuesta mucho respirar. Mi prima Elisa se sienta a mi lado y me pregunta cómo conseguí sacar el punto de la bufanda que hice para Clara, la hija de mi amigo Daniel. Primero tienes que llegar a la ecuación correcta y después tejer sin parar, le digo.