miércoles, 13 enero 2010. Una dependienta de unos grandes almacenes me pregunta si busco algo, y sin esperar mi respuesta me lleva a un mostrador lleno de jerseys azules. Nunca visto de azul, le digo. Es el color que más favorece, dice. Me explica que es una nueva forma de venta, que sólo tengo que pagar en función de lo que me guste la prenda. ¿Cuánto pagaría por este jersey azul? Como mucho cuatro euros, le digo. La chica se pone a llorar. ¡No llore, le doy diez!