lunes, 22 marzo 2010. La terraza de la casa de mis padres está cubierta de caramelos transparentes de colores, parecen canicas. También hay cajas cuadradas de plástico llenas de cubiertos. Le digo a mi hermana que me ayude a separar los sucios de los limpios. veo a mi padre salir del cuarto de baño con una toalla-poncho que le llega a los pies. Me extraña verlo así, él que se pone corbata para todo. Lo miro extrañadísima. Dice, con toda naturalidad, que es la prenda más cómoda que se ha inventado. ¿Te has fijado que algunos cubiertos llevan dibujos de gatos en relieve?, le digo. Mi padre los observa detenidamente. Son cubiertos judíos, dice al fin. Ante mi cara de asombro, me explica que a los judíos no les permitían viajar con sus mascotas así que las repujaban en los mangos de sus cubiertos a modo de homenaje.