viernes, 7 mayo 2010. Estoy en la terraza de un bar. Joaquín Reyes dibuja concentrado sobre un mantel de papel. Antonio Muñoz Quintana se sienta a mi lado y me cuenta que ha alquilado una nave industrial en las afueras para montar una editorial. Sólo me falta llenar la nave de escritores, dice como fuera a llenarla de pollos. Podemos preguntarle si quiere publicar en Eppur, le digo señalando a Reyes. ¿Tienes algún libro de poemas inédito?, escribo en una servilleta de papel y se la meto en el bolsillo de la chaqueta. Él sigue dibujando. Antonio y yo hablamos muy flojito para no molestarlo.