miércoles, 23 junio 2010. Estoy en un salón de actos bajo lo que parece el porche del recreo del colegio al que iba de niña. De entre el público se levanta Astrud y su grupo con instrumentos barrocos. Manolo canta mi canción favorita "Todo da lo mismo". En ese momento, la primera fila se levanta. Son más de diez mujeres vestidas de flamenca. Se levantan y bailan sevillanas al ritmo de esa canción. Entre ellas está Caína, con cara de no-sé-qué-hago-aquí.