domingo, 27 junio 2010. Fiesta en la azotea de un hotel. No sé quién me ha invitado ni conozco a nadie. Todavía están decorando las mesas. Me siento en un rincón a esperar, aunque tampoco sé bien a qué espero. Un tipo parecido a Boris Izaguirre me pregunta si la alfombra es una exageración. No veo ninguna alfombra, pero el tipo lo ha preguntado con tanta inseguridad que le digo que no, que es perfecta. En ese momento llegan los invitados y comienza a llover sémola. El tipo abre los brazos y grita lleno de felicidad: ¡Ya está aquí la alfombra!