grietas

lunes, 19 julio 2010. Me asomo a una terraza acristalada. Hay grietas por donde puede entrar agua si llueve, pienso y en ese mismo instante se pone a llover. Me descuelgo para arreglarlo con un tuvo de cemento. Mientras con una mano me agarro a la barandilla, con la otra sello las grietas. Me duelen muchísimo los brazos y el cuello. Una vez solucionado el problema intento volver a entrar, pero no me quedan fuerzas y caigo al vacío.