miércoles, 28 julio 2010. Loas niños de la serie "Verano azul" escalan la fachada destruida de una casa. Van atados unos a otros con una cuerda. Cuando están arriba, el mayor los obliga a sentarse en lo que queda de los muebles y les sirve té con pastas. Después va diciéndoles uno a uno, con sarcasmo, lo que será de sus vidas cuando sean mayores. Yo observo la escena desde arriba, miro cada objeto de la habitación y procuro no olvidar ninguna de las palabras que oigo porque sé que después tendré que escribir sobre lo ocurrido, pero un pensamiento me entorpece, el de querer estirar el brazo para comerme esas pastas.