sobre el agua

sábado, 12 marzo 2011. La casa de mi suegra está manga por hombro. El suelo está levantad y e mezcla con ropa y zapatos. Intento rescatar mi ropa. Mi cuñada llega en coche y aparca sobre la ropa que tenía ordenada. Mi suegra lava a mano uno de mis pantalones vaqueros hasta gastarlos por completo. No digo nada, me encierro en un dormitorio, le digo a Alberto que no deje entrar a nadie, pero dice que ha llegado Javier con las poetas. Unas veinte mujeres están sentadas en el cuarto de estar, debaten sobre un libro que han escrito contra el Papa. Jorge llega repartiendo hojaldres. Miro en una vitrina adiciones antigua de Gabriel Aresti. Veo reflejado en el cristal, que llega por detrás, Tesán. Me abraza y dice que le han robado los zapatos. Su chaqueta azul dos tallas más pequeñas me da mucha pena. Quiero irme de allí. Joan llega, me toma de la mano y salimos. Empezamos a caminar sobre todo lo que nos vamos encotnrando, incluso el mar. No te preocupes, le digo, esto es sólo un sueño y no podemos hundirnos. Me aprieta contra su cuerpo mientras caminamos. No sé cómo decirle que estuve a punto de suicidarme seis días atrás. ¿Se me nota en los ojos?, le pregunto. ¿El qué? Pienso que Juan hubiera sabido de qué hablaba. Ayúdame a buscar un hotel, no quiero volver nunca más, le digo.