sábado, 21 mayo 2011. Juan y yo estamos sentados frente a la gasolinera de Fuente Olletas. Se echa a llorar. Lo abrazo, intento consolarlo. Cuando me separo de él se ha convertido en Sr. Chinarro. Ya no llora, se ríe. Es mentira que te quiero, dice.
(lo que sueño cada noche, dormida)