sábado, 7 enero 2012. Le digo a Alberto qué ya sé cómo tiene que titularse el libro de Manuel y que tenemos que ir inmediatamente a verlo para decírselo antes de que se me olvide. Arrastro dos maletas que pesan muchísimo por la sala desierta de un aeropuerto. Alberto dice que una de las maletas va vacía y no nos dejarán subir al avión, se acerca a una chica para comparle un saco de azúcar y rellenar la maleta. No te precocupes, le digo desde lejos, se me ha olvidado el título.