sábado, 28 enero 2012. Veo a unos niños enterrar canicas en la arena. Pienso que cuando se vayan bajaré a la arena a desenterrarlas, a llevarme alguna. Pero de repente estoy en un museo donde se celebra un baile al estilo de "El gatopardo", y en una de las mesas auxiliares hay una escultura hecha con las canicas que los niños habían enterrado. Me siento en el suelo, junto a la escultura y los miro bailar vestidos de época. Araño la madera del suelo hasta llegar a la tierra, saco unas semillas del bolsillo y las entierro. También coloco tres piedras con forma de patata, alineadas, junto a las semillas que acabo de enterrar. Alguien se acerca y me pregunta qué hago. Siembro tomatitos, le digo.