domingo, 15 enero 2012. Llego a lo que parece un bar. He quedado con Manuel, que ha vuelto. Entro en una habitación muy pequeña llena de gente, están sentados en el suelo, esperando que empiece el espectáculo. El espectáculo no es más que cada uno diga cuál es la canción más representativa de su vida. Busco a Manuel, pero no lo veo. Pienso que así tendré tiempo de encontrar mi canción en uno de los muchos elepés que hay en las estanterías. Algunas chicas me dan cintas de casete para que las ponga. Veo a Manuel entrar en ese momento, le hago señas, pero no me ve.