No creo en la interpretación de los sueños. No creo en ninguna interpretación de nada. Las cosas son, los sueños son. La vida no es sueño.Comencé a escribir mis sueños durante las vacaciones de verano de 3ºEGB. Me habían regalado un diario, y mi vida (despierta) no merecía ser contada. Lástima que al cumplir los 15 años destruyera todo lo escrito. Sólo se salvaron las pastas y el candado.
El primer sueño que conservo es el del 14 de junio de 1988. En ese sueño estaba en un bar con mis amigos (Alberto, Jaime y Daniel, jugando a las cartas). Sonaba una canción de Tom Waits. Al leerlo ahora veo las imágenes soñadas (qué jóvenes estamos) con total nitidez, como en una película.
Recordar lo soñado es vivir el doble. Para insomnes como yo, doblemente milagroso.
Felices sueños.