alargalápices

lunes, 31 enero 2022. Parece un festival de música. No sé qué hago entre los periodistas, bajo un tenderete de lona, así que procuro pasar desapercibida. Alguien habla de Jonás Trueba, cuenta lo buen actor que es. Le digo que Jonás es director de cine. Nombro sus películas, me miran como si hubieran visto a un marciano. Para distraerlos saco de la mochila lo que llevo, un boli, un lápiz bicolor y un lápiz rojo sin punta. Se los reparten. Les cuento que, antiguamente, cuando un lápiz se gastaba se le ponía un alargalápices, que tengo varios. Vuelven a mirarme raro. Les enseño mi móvil. Creen que es de juguete, se ríen. Se parece a uno que tiene mi hija, dice una de ellas. Se ríen tanto que empieza a molestarme. Les digo que precisamente Jonás tiene uno igual pero con cámara. Y de repente estoy en un columpio (una tabla entre dos cuerdas) y me columpio felizmente sobre sus cabezas.