jueves, 26 julio 2012. Carmen y Enrique se han mudado a la casa de mi abuela. Han pintado las losas del patio en tonos azules y marrones. Carmen me cuenta que su hijo nacerá en octubre. Le miro la tripa y la tiene completamente plana. Entramos en el cuarto de la lavadora. Le cuento que de niña solía esconderme allí. Hay cajas amontonadas donde, sospecho, hay juguetes que fueron míos, pero no digo nada. También hay una bata que fue de mi abuela. No la tires, le digo, puede servirnos para disfrazarnos.