martes, 24 julio 2012. Subo una cuesta con dos tipos que se empeñan en enseñarme la ciudad.. Parece Italia. Uno de ellos me pregunta por qué llevo un pañuelo en la cabeza. Para esconder las canas. Se ríen, piensan que es broma. Mi madre se me acerca, me zarandea, me dice al oído: ¿Por qué estamos aquí? ¡Estoy harta!, me zarandea. Le digo que no fui yo quien quiso venir, que estamos en la misma situación. Mi madre intenta darme una bofetada. Le agarro el brazo, se lo muerdo. Mientras los dos tipos han subido a una hornacina con un santo, sobre la puerta de un bar, y se hace fotos.