diez más

lunes, 29 octubre 2012. Me encuentro a Juan en la puerta de un bar, dice que me quede a tomar algo, que quiere enseñarme unas fotos. Saca una cámara enorme donde las fotos se ven como diapositivas. Hay sobre todo fotos de piedras y de sus hijos. Llegan sus amigos, al parecer han quedado para ver en la tele del bar un programa donde Juan habla de su última novela. Le digo desde lejos a Juan que me voy. Se moja el dedo en cerveza y escribe en un cristal "10+". Asiento, me quedaré diez minutos más. Vemos el programa, le han puesto de fondo una canción muy triste. Una chica con un vestido calado, azul oscuro, llora sola en una mesa. Pienso que si Juan la ve irá a hablar con ella para consolarla. Aprovecho un descuido para marcharme sin que me vea. En la calle ya es de noche, no reconozco la ciudad. Camino hasta una parada de bus donde hay varias monjas. Me subo al bus número siete. Una vez dentro, pienso que no estoy segura de si me llevará a casa.

un dragón negro

domingo, 28 octubre 2012. Hay un concurso de piano en una especie de alcazaba construida con ladrillos sin cocer. Nacho intenta sacar de su habitación a un tipo que está en coma para que se presente. Le propongo poner unas almohadas sustituyendo el cuerpo para que crean que sigue allí. Así lo hacemos. Mientras vigilo que nadie entre en la habitación se pone a llover y la alcazaba empieza a descomponerse, a transformarse en un enorme charco de barro. Nacho vuelve contento, celebra que el tipo ha ganado el concurso y para celebrarlo baila sobre el charco de barro. Al levantar los brazos y subírsele la camiseta, veo que lleva un tatuaje. Lo miro sorprendida. Sí, llevo un dragón negro tatuado alrededor de mi cuerpo, dice.

un metro de pelo

sábado, 27 octubre 2012. Mi madre, acercándoseme con unas tijeras enormes que parecen de podar, dice que va a cortarme un metro de pelo. Le explico lo que es un metro estirando los brazos. Le digo que jamás he llegado a tener más de cuarenta centímetros de pelo. Pues hoy te voy a cortar hasta un metro, dice.

abuelas alienígenas

miércoles, 24 octubre 2012. Estoy con mi hermana en el jardín de la casa de mi abuela. Mi hermana no tiene más de cinco años. Mira, dice, un avión cuadrado. Una furgoneta cruza el cielo a toda velocidad, después otra. El cielo se va llenando de furgonetas que comienzan a dispararnos rayos. Empujo a mi hermana dentro de casa, le digo que no saga, que cierre la puerta y todas las ventanas, pero ella avisa a mi madre y a mis tías para que salgan a ver el espectáculo. Cada rayo que nos alcanza hace que nuestra ropa se vuelva de lana usada, vieja, en colores pálidos. Miro a mi familia, cada una vestida ridículamente en tonos pastel. Bueno, pues ya nos han convertido en abuelas alienígenas, les digo con resignación.

de naves y ballestas

domingo, 21 octubre 2012. Estoy en un descampado esperando a Joan. Vuelve de un viaje que ha hecho por el espacio. Cuando veo aparecer la nave me parece pequeña. Ocho personas salen en fila, muy serios, entre ellos Joan. Los dos últimos en salir son Maribel y Purranki. A lo lejos, veo llegar a un grupo de personas. Caminan muy lentamente en silencio. Cuando están cerca extienden el brazo para darnos la mano, parecen felices y muy aburridos. Nos señalan un camino y vamos con ellos. A los dos lados de una vía hay puestos de collares, bolsos de tela y todas esas cosas que suelen vender en los puestos jipis. Todo transcurre en silencio. Miro a Joan, hablamos por telepatía. Le digo que no pienso quedarme en ese planeta. Él me dice que ahora es cantante y ha grabado un disco mientras estaba fuera. Las canciones suenan dentro de mi cabeza.
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Estoy en el recreo del colegio. Entre los árboles del camino que sube a la gruta veo a un hombre con una ballesta. Es Ruíz Gallardón. Dispara contra una gaviota, la atraviesa, la veo caer en picado. Intento moverme para que no de caiga encima, pero me cae justo en la frente.

de termitas y fachadas

jueves, 18 octubre 2012. Voy con unos amigos por una calles que no reconozco. Buscamos un bar, pero todos están llenos. La ciudad parece en fiestas. Veo un bar y recuerdo que es uno de los favoritos de Alberto. Cuando vamos a entrar, nos dicen que el bar está en ruinas, que tiene termitas. Sin embargo dentro hay gente comiendo. En ese momento comienza a crujir la madera de la fachada y cae. Le grito a la gente de la calle que se aparte, pero no hacen caso. Cae la fachada dejando ver otra debajo pintada de rojo. También cae a los pocos segundos. Así hasta seis o siete fachadas de madera distintas. Intento grabarlo para que Alberto lo vea luego, pero me han robado la cámara y la agenda. Mi prima Elisa me mira con cara de "te lo dije", mientras mastica un trozo de madera que cogió del suelo. Le digo a Andrés que llame a Alberto porque creo que también me han robado el móvil. Andrés, sin prestar atención a lo que le digo, saca una anilla de lata de cerveza y dice que parece un anillo. Anda que no está visto ya eso, le digo. Una de las camareras me pregunta si conozco a Mocito Feliz le diga que el bar a tenido que cerrar. Lo dice entre lágrimas. En ese momento aparece Francisco. Se ha encontrado una PSP en la acera y vuelve con cara de felicidad.

caca de perro con forma de perro

martes, 16 octubre 2012. Alberto y yo estamos viendo el fútbol en un bar. Unos tipos quieren cambiar de canal y buscan el mando entre las mesas. Alberto lo esconde y nos vamos a casa muertos de risa. Por el camino nos encontramos a mi suegra y mi cuñada que han salido de compras. Un perro pequeño va con ellas. El perro hace cacas en mitad de una acera. Mi cuñada dice que eso no puede quedarse ahí, pero los tres siguen su camino. Busco dos cartones para recogerla. Cuando me acerco, veo que la caca tiene forma de perro. Sosteniéndola entre dos cartones la echo a un contenedor. Mientras tanto he perdido de vista a Alberto y su familia, no reconozco las calles, ha oscurecido. Veo a lo lejos a alguien disfrazado de rey mago. Cuando se acerca se quita las barbas y el turbante: es Carmen López. Le cuento el episodio en el que me he perdido por culpa de una caca con forma de perro. Se ríe. Dice que la acompañe a su casa para coger el coche y así me lleva a casa. Vive en una cada enorme con las paredes y el techo de madera, en el salón hay varios niveles, varios sofás y varios teléfonos. Desde una cristalera enorme se ve un patio donde un grupo de chicas ensaya sobre una pasarela. Ya te dije que mi casa daba a una escuela de modelos, dice. Carmen se ha puesto a ordenar cuentas de collar, hace montoncitos por colores. La ayudo. Pienso que Alberto estará preocupado, pero no me atrevo a llamarlo desde ninguno de los teléfonos ni a decirle a Carmen que me lleve a casa.

gorro de cuentas

sábado, 13 octubre 2012. Estoy en la casa de mi abuela esperando para irme de vacaciones. Mientras espero me pruebo ropa que se supone que es mía, pero no reconozco. Me aburro tanto que me pongo a coser cuentas a un gorro peruano hasta cubrirlo por completo. Me lo pongo. Alguien me llama desde el jardín, parece que nos vamos. El gorro pesa tanto que soy incapaz de quitármelo y tengo que salir con él puesto. 

por dos a

viernes, 12 octubre 2012. Virginia está en un pupitre escribiendo lo que parece una plana. Camilo está detrás y le lleva la mano sobre cada letra. Yo estoy en el pupitre de al lado intentando recordar la fórmula para resolver ecuaciones de segundo grado. Camilo me mira. ¿Menos B masmenos raíz cuadrada de B menos cuatro AC partido por dos?, le digo. Por dos A, responde.

horizonte

jueves, 11 octubre 2012. Voy con Salud y sus hijos en un coche. El coche es pequeño, vamos muy apretados. Paramos en una cala de piedras. El mar, en el horizonte, parece estás más alto que la propia playa. Hay piedras muy bonitas, intento no coger muchas. Junto a una pared de roca hay una caja de zapatos llena de corales negros, rojos y verdes. No sé si están ahí para que las gente se los lleve de recuerdo o si son de alguien.

baldosas nocturnas

miércoles, 10 octubre 2012. Agustín vive en un ático. El ático tiene una cristalera que hace esquina. Hay gente esperando en el portal para subir a verlo. Veo a Agustín, desde abajo, enseñar las vistas. Soy incluso capaz de leer en sus labios: El mayor mérito de este piso son estas baldosas, dice. Se ha hecho de noche, subo hasta el ático, está  a oscuras, paso la mano sobre las baldosas. Son muy suaves, brillan en la oscuridad.

la excusa perfecta

martes, 9 octubre 2012. Mi hermana convence a mi madre para que salgan. A mi madre se la ve cansada, pero cede. Mi hermana intenta convencerme de que vaya con ellas. Yo me visto lentamente sin decir nada. Me fijo en que detrás de la cama, entre la cama y la pared hay pájaros muertos en descomposición, incluso la pata de una garza. Mi hermana y mi madre salen de casa, justo en la puerta les digo que yo no voy. El gato aprovecha para escapar. Mi hermana se enfada muchísimo. Mi madre me mira resignada, pero pidiéndome una explicación. Tengo que limpiar mi cuarto de pájaros muertos, hay hasta una pata de una garza descomponiéndose bajo mi cama, le digo. Siempre fuiste muy buena poniendo excusas, dice mi madre.

colchón esponja

jueves, 4 octubre 2012. Llego a un pasillo que comienza a inundarse. Abro la puerta para que el agua salga a la calle. Nada. Mi cuñada dice que compró un colchón nuevo súper absorbente. Lo echa al suelo. El colchón absorbe en un segundo todo el agua.

de excursiones y nudos

lunes, 1 octubre 2012. Hablo con Josemari por teléfono. Me pregunta cuándo sale mi próximo libro y si cuento en él algo sobre nuestras excursiones al Chorro. Contaré lo que pasó entre una y otra, le digo. Me bajo del árbol desde donde le hablo y bajo la calle. me cruzo con Andrés, nos saludamos sin pararnos, haciendo un leve gesto con la cabeza. Francis y sus dos hijos pequeños me esperan para coger piedras. Le digo a Francis que a la pulsera que me hizo se le han soltado los nudos. Francis me consuela como si fuera tan pequeña como sus hijos.