patatas

lunes, 30 julio 2018. Subo con mi madre hacia casa. Vamos hablando de cosas normales, cuando de repente se para delante de una de las casa e intenta abrir el timbre con un llavero como si fuera la puerta. El dueño de la casa me mira aterrado. La cojo del hombro, seguimos subiendo. Dice cosas sin sentido. Le hablo con normalidad mientras pienso que quizá no recupere la cabeza. Al llegar a casa, me encuentro en el suelo de la cocina un periódico abierto con patatas encima. Salgo un momento a abrir la puerta de la terraza. No tardo ni treinta segundos Al volver las patatas están podridas.

kiosco

domingo, 29 julio 2018. Estoy en un hotel futurista decorado en blanco y naranja. La habitación es enorme y tiene un pasillo larguísimo que lleva a un cuarto de baño aún más grande que la habitación. En el cuarto de baño hay incluso una cama de matrimonio. Tiene dos puertas que dan directamente al hall. Están abiertas. Hay puerta extensible plegable como la que había en mi clase de 3ºEGB. Intento cerrarla, pesa mucho. Aparecen dos chicas con uniforme que me piden perdón por haberla dejado abierta. También por el ruido que arman los turistas en la piscina. Están de vacaciones, les digo para tranquilizarlas.
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Al pasar por un kiosco pregunto si venden trajes de gitana para bebés de año y medio, y cuánto cuestan. Doce euros. Pues uno azul. Lo envuelve con todos sus complementos: zapatos, collar, pulseras y hasta la flor para el pelo. El paquete parece una de esas tiendas de campaña que al plegarlas se quedan en un círculo. Son quinientos euros, dice. Por un momento dudo si pagarle porque me da vergüenza decirle que es muy caro. No sé si darle cinco euros por las molestias y largarme.

color vino

sábado, 28 de julio 2018. Llego al hall de un hotel. Voy en pijama. Fernando Aramburu es el recepcionista. También va en pijama. Sale de detrás del mostrador. Cuéntamelo todo, dice. Le cuento algo sobre mi amiga Salud mientras me acompaña a un pasillo con muchas puertas color beige. La moqueta del pasillo es color vino. Esa combinación me da sueño. Aramburu abre una de las habitaciones. Pasa y descansa, dice.

bolso

viernes, 27 julio 2018. Coso un bolso igual al que llevaba Caroline en "La casa de la pradera". No me cuesta nada hacerlo exactamente igual. Cuando está terminado, lo guardo en un cajón que tiene una etiqueta de dice "Pamplinas".

toquecito

miércoles, 18 julio 2018. Alberto y yo llegamos a un bar. Compartimos mesa con un tipo que según pasa el tiempo se va tumbando en su silla hasta desaparecer. Se me acerca una chica. Hola Isabelbono, dice dándome un toquecito en el hombro y sigue su camino hacia dentro del bar. Su amiga me saluda desde su mesa. Dice que ha leído mi blog. Pienso que se refiere a este, pero dice que no lo conoce. Pues qué raro, estoy soñando contigo ahora mismo, le digo. Le pido su mail para enviárselo. La otra chica vuelve con un chupito de cerveza roja.

casi espejismo

martes, 17 julio 2018. Una habitación con mesa larga. Pablo sentado con la espalda pegada a la pared. Dice que cuando se pierde se busca en algún libro. Querría decirle que es mejor buscarse en lo que uno escribe, pero Pablo ya no escribe. Habla del negocio de la mujer de uno de sus hermanos, pero no puedo prestar atención porque acaba de aparecer Antonio de la nada. Dice que su empresa no fue bien precisamente por eso. Pablo dice que podría contarle el secreto. Los miro hablar, no sé de qué hablan, pero los miro hablar.

lupas envueltas

lunes, 16 julio 2018. Agustín me da un librito cuadrado compuesto por varios libros de varios autores. Se supone que nos encargó un texto de seis páginas. Estoy muy agobiada porque sólo fui capaz de escribir cinco. Veo que cada cual ha hecho lo que ha querido. Javi, por ejemplo, ha pegado fotos y vídeos de él y sus amigos viendo un partido de fútbol. Natalia a envuelto objetos en trocitos de telas estampadas, etc. Agustín quiere que le dediquemos el libro. Leo otras dedicatorias, todas comienzan. "Para Willy...". No comprendo nada. 

hamacas

domingo, 15 julio 2018. Salgo de la casa de mis padres con intención de no volver. Para obligarme, precisamente a no volver, salgo descalza. Al llegar al paseo marítimo un chico me pide opinión sobre la decoración de su nueva casa. Pienso que quizá sea una excusa, pero lo acompañó de todos modos porque no tengo nada mejor que hacer. Nos recibe su mujer y dos niñas. Tienen un patio circular precioso. Tenéis que poner varias hamacas colgando de los postes de madera y hacer fiestas. Dicho y hecho: comienza una fiesta. Alguien dice que son las cinco. Pienso que mi madre estará preocupada porque no he ido a comer. También en Oeste, que me esperaba en "La chancla". Intento llamarlos, pero el móvil no funciona. Pienso en que cuando quede con Oeste, al volver a casa, la ropa me olerá a tabaco.

marionetas

sábado, 14 julio 2018. A la salir del cine veo a Joaquín Reyes tirando cajas a una cuba. Me acerco. Hay tarjetas de visita, libretas con dibujos, marionetas. Me acerco al portal del que sigue sacando cajas. Es un taller con varias máquinas de coser, dibujos y patrones de marionetas y juguetes que ha inventado y construido. Me da una libreta de collages preciosa que me recuerda al libro La vida puede ser una lata.

okupa

viernes, 13 julio 2018. Llegamos a un apartamento que parece hayan abandonado a toda prisa. Hasta hay una croqueta en la sartén. Termino de freírla. En un armario hay varios tintes para el pelo. Pienso en si mi madre querría alguno. Sobre la encimera hay varias cucharillas de helado. Me acuerdo de Míchel: dijo que le gustaban y pienso en llevarle dos. Al final dejo todo como está. Meto la croqueta en un vaso de leche fría y me voy.

sirope

jueves, 12 julio 2018. Llego a la terraza de un bar. Hay una mesa muy larga pegada a la pared. Todo el mundo quiere sentarse al sol menos yo. Todos se sientan en un extremo y yo sola al que queda a la sombra. Alguien me sirve un plato de postre con mi antiguo móvil. Una de las chicas que quería sentarse al sol lo cubre de sirope como si fuera una tortita.

teléfono gris

sábado, 7 julio 2018. Estamos en Praga y hemos quedado con Marcos en un museo que parece un patio andaluz. Lo que hay dentro da vergüenza ajena y salimos aguantando la risa. Se ha hecho de noche y las casa parecen sacadas de una película de Tim Burton. Esta te gustará, le digo a Alberto que se agarra con las dos manos a la reja, emocionado. Mientras caminamos hacia el tranvía Marcos y yo hablamos animadamente. Al subir, se transforma en un teléfono gris de rueda, típico de los años sesenta. Sigo hablando con él a través del micrófono.

nave nodriza

jueves, 5 julio 2018. Entro en una perfumería enorme y muy antigua sólo por verla, así que le pregunto al dueño por un perfume que sé que ya no existe. Pone un catálogo enorme sobre el mostrador y pasa las páginas lentamente. Nada. Llegan los hijos, se supone que ya estuve allí el día anterior y que el padre les habló de mi. Me preguntan si me gustaron los vídeos caseros. Una de las nietas pregunta por una muñeca. Le digo que yo la tenía de pequeña, no la conservo, pero puedo dibujársela. Nos despedimos en la acera. Vemos pasar una nave espacial enorme.

insignia

lunes, 2 julio 2018. Llego a casa de mis padres. Junto al ascensor hay una tele donde aparece Marianne Faithfull casi de niña. No recuerdo que hiciera une película tan joven. El ascensor se abre y sale Pablo. Me pregunto de dónde vendrá. Le pregunto si quiere subir a casa de mis padres a ver la película. Lleva una insignia rectangular en la chaqueta. ¿A qué no sabes de qué es?, dice. Del colegio, me la prestabas, me la ponía en la cazadora vaquera gris. Según voy diciendo la frase voy bajando la voz.
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Alberto y yo vamos en los asientos traseros de un coche sin techo (no descapotable, sin techo) que parece de juguete. Sonia conduce. Aguado de copiloto. Sonia le habla de todos los premios de poesía a los que quiere presentarse. Llegamos a un hotel. Aguado lleva una bolsa de plástico muy pequeña. ¿Te cabe ahí el equipaje de los dos para tres días?, le pregunto sorprendida. Y me excuso por llevar una mochila enorme a la espalda. Es que siempre viajo con el ordenar completo, le digo.