ágatas

viernes, 30 septiembre 2016. Alberto y yo saltamos de un tren en marcha. Caemos en una playa de arena muy blanda, tanto que a cada paso me hundo hasta las rodillas. Pierdo los zuecos que llevaba. Cuando a fin llegamos a un terreno más duro, veo unas piedras planas muy pulidas. Parecen ágatas. Paso las manos sobre ellas como si acariciara a un gato.

emilio el cazador

jueves, 29 septiembre 2016. A una chica se le cae algo al suelo y yo lo recojo al vuelo porque la acera está mojada. Se siente tan agradecida que me invita a su casa. El portero me suena muchísimo, pero lo recuerdo más joven. ¿Se acuerda de mí?, le pregunto. Por supuesto, lo recuerdo todo, ese es mi trabajo, responde. Veo que le faltan dientes. Me apena mucho verlo así, allí, trabajando en el mismo sitio. La chica tiene la casa llena de fotos de sus hijos. Hay un piano. Empiezo a pensar que también la conozco de algo. Le pregunto so conoce a mi amigo Emilio. Sí, es cazador, dice muy contenta. Le explico que lo que suele llevar Emilio no es una escopeta sino un bokken porque practica aikido. La chica se ríe muy fuerte. Dice que tenemos que volver a quedar.

pintaúñas

miércoles, 28 septiembre 2016. Unas chicas quieren pintarme las uñas de negro. Por no decirles abiertamente que no me gustn nada las uñas pintadas, les cuento cómo evité que me las tiñeran de henna en Tinduf: pintándomelas con laca transparente. Insisten en pintarme también las de los pies. Parece que no han entendido nada. Escapo como puedo. Entro en un bar. Sólo hay hombres. Las dos mujeres que hay me miran extrañadas y me hacen señas. Es un prostíbulo. Yo, con otra seña, les explico que huyo de las chicas pintaúñas. Me disfrazan con un chal de plumas y un sombrero para que no me encuentren.

diógenes

domingo, 18 septiembre 2016. Mi madre llega al portal de su casa acompañada por tres personas a las que no conozco. Les digo que suban en ascensor. Mientras tanto yo corro escaleras arriba para llegar antes que ellos y ordenar la casa. En el salón hay un montón de cosas variopintas en el suelo. Intento separarlas por temas (ropa, collares, ovillos de lana, juguetes viejos). Empiezo a no querer tirar cosas porque cada una me recuerda a algo. Cuantos más objetos separo del resto, más crece el montón de basura.

del revés

sábado, 17 septiembre 2016. Parece un festival de música, pero todo sucede en una especie de garaje cutre. Hay dos puertas de metal mal pintadas por donde sale y entra una banda de la que cuentan que su mérito es cantar canciones al revés. Si caminan hacia delante, entiendes la letra. Si caminan hacia atrás, es que están cantando al revés. No le veo ningún sentido a nada, no comprendo como eso vuelve locos a los fans. A un lado del garaje hay una bañera enorme. Estoy tan aburrida que decido ducharme. Como hay mucha gente en el festival, me ducho vestida.

hamacas

jueves, 15 septiembre 2016. Daniel y yo estamos tumbados en unas hamacas de lona. Sé que tengo que contarle muchas cosas, pero estamos tan bien callados al sol, que prefiero no romper el silencio. Como si él pudiera leer mis pensamientos, dice de repente: no hables.

flashmode

miércoles, 14 septiembre 2016. Laura ha preparado un flashmode en la estación del tren de cercanías. Lleva una falda negra de vuelo. Al bailar, levanta las piernas y deja ver una pañuelo atado al muslo, como si fuera una liga. Hay otras chicas que bailan, pero ella, sin duda, es la mejor.

el peso de la fe

lunes, 5 septiembre 2016. Encuentro unas hojas sueltas esparcidas en la Plaza del Obispo. Pertenecen a los Evangelios apócrifos, que presté a alguien y nunca me devolvieron. Recupero todas las páginas, las ordeno, les pongo cola. Levanto los primeros escalones de la catedral como si fueran una alfombra, y dejo que todo ese peso ayude a pegarlos.

barbas

domingo, 4 septiembre 2016. Una cama en un patio de luces. La vecina lo ha cubierto de tierra y observo que lo que parecía una cuna cuna de juguete es una tumba. Primero pienso que quizá se la haya muerto un hijo, después que quizá sea la tumba de su perro. Junto a la tumba hay cajas con juguetes ordenados por temas. Me sobrecoge una caja llena de brazos y piernas de muñecas, otra con las cabezas. Algunas cabezas de muñecas llevan mal pintada una barba. Intento dormir, pero no puedo.

robar copas

sábado, 3 septiembre 2016. Parece una clase con pupitres, pero los pupitres son mesitas de noche. Una chica levanta la voz, hace que baila y la expulsan del colegio, si es que eso es un colegio. En una terraza adosada hay una fiesta. Salgo por la ventana. Hay vasos y copas abandonadas junto a las macetas, sobre la baranda de obra. Pienso en cómo podría robarlas todas.