chocolate verde

domingo, 26 marzo 2023. Masip y yo caminamos muy juntos por la calle. Se supone que vamos a la presentación de nuestro libro. Le digo que podemos leer los poemas alternándonos, uno él y otro yo, pero que si no le apetece no pasa nada. Sí a todo, dice. Me acerco y le doy un beso muy sonoro en la cara. Su cara me parece muy mullida.
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Estoy con Elisa en unos grandes almacenes. Estamos quieta en un pasillo sin mirar nada. Una dependienta se nos acerca y nos da una botella de Coca-Cola de las antiguas. Pesa mucho. La mía está por la mitad y tiene poso. Se la enseño a Elisa con disimulo y me dice con un gesto de cejas que no me la beba. Se la enseño a la chica. La chica me la quita de las manos como si fuera una granada a punto de explotar y sale corriendo. Todo sucede en silencio, como en una película muda.
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Es una habitación pequeña de una casa normal con mucha gente que entra y sale. Un tipo me regala un libro, dice que me lo puedo comer porque es de chocolate. Al abrirlo, solo la página de respeto es de chocolate verde. Ya me extrañaba, pienso. Aparece una chica, le ofrezco probarlo. Lo probamos, no sabe a nada. El chico me pregunta algo (no recuerdo qué) y le respondo que cuando tenía veinte, y hasta cuarenta años, prefería querer a que me quisieran, pero que ahora cerca de los sesenta, prefiero que me quieran.

amor

sábado, 25 marzo 2023. Francis y yo bajamos Conde Ureña abrazados. Delante de nosotros van Alberto y Salvatore. Alberto lleva un papel en la mano, de vez en cuando se paran a mirar a su alrededor y lo comprueban con el papel. Cada vez que ellos se paran, nosotros nos paramos unos pasos atrás y nos abrazamos todavía más fuerte.

la culpa y la tristeza

viernes, 24 marzo 2023. Mi padre se levanta de la siesta y aparece en el salón. Sin saludar siquiera, dice que ha firmado unos papeles por culpa de mi madre y ahora no pueden sacar dinero del banco. Le digo que no se preocupe, que seguro que todo se arregla. No le digo que siempre echa la culpa a los demás de las cosas que él hace mal. Voy a la cocina a preparar su merienda. El suelo de la cocina está cubierto de agua.
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Mi prima Elisa está a las puertas de Primor (con un tipo con pinta de loco) repartiendo octavillas. Darío y Nadia son pequeños y juegan mientras en la acera. Le propongo llevármelos a casa mientras ella trabaja. ¿Os venís a casa?, les digo a mis sobrinos. Saltan de alegría, se me agarran a las piernas. Siento una tristeza enorme. No comprendo que siendo médico con dos especialidades esté repartiendo publicidad.

efluvios

martes, 21 marzo 2023. Bajo por una especie de acequia natural entre árboles. Parece natural pero cuanto más me fijo más me doy cuenta de que no lo es. Adelanto a un grupo. Una de las señoras me pregunta algo y al momento se disculpa porque dice que me ha confundido con alguien. Llego a una especie de cortado conde acaba el agua (pero no cae). No sé si me haré daño al saltar. abajo están Alberto, Cristina, Luciano y Pepe. De repente estoy abajo, delante de un pequeño supermercado. Pepe espera fuera. Le digo que pensaba que iríamos a un hotel rural, no a dormir a la intemperie. Se escandaliza, dice que de ninguna manera, y se va. Le pregunto a Cristina para qué es una máscara con forma de T que me ha dado. Saca de la máscara una bolsa de red (por fuera, impermeable (por dentro) y se la coloca en la cabeza. No puede respirar, parece que se ahoga, hace un ruido agobiante. Dice que tendremos que ponérnosla para no respirar los efluvios del lago ni que nos piquen los insectos. Miro el lago, es una charca. No sé qué hago allí. Quiero irme a mi casa. No sé cómo.

de madera

lunes, 13 marzo 2023. Parece un hotel con pasillos estrechos y paredes, suelos, y hasta techos, forrados de madera. Al pasar por delante de una de las habitaciones oigo hablar a Andrés y Elisa. Quiero pedirles que me acompañen a casa, pero parece que discuten y paso de largo. al llegar a la calle es de noche, las calles no están iluminadas. Un grupo de chicos sale de lo que parece un gimnasio. Voy detrás de ellos para no ir sola. No reconozco las calles. Pregunto a unas chicas si saben dónde está la parad a del C1. No responden.

los ojos más azules del universo

domingo, 12 marzo 2023. Estoy en la terraza de un bar. Frente a mí, Chivite y otro señor con pinta de catedrático. A mi lado Laura. Chivite y el catedrático hablan. Chivite le dice que si su mujer estuviera allí lo escucharía con la boca abierta y estaría de acuerdo de todo. Mientras tanto le digo a Laura que, a pesar de haber estudiado todas sus fotos, todavía no sé qué corte de pelo le sienta mejor. Eres tan guapa que todo te queda bien. Ella responde que el guapo de la familia es su padre, que una vez le dijeron que tenía los ojos más azules del universo.

por detrás

sábado, 11 marzo 2023. Alguien ha muerto. Una fila de coches llega a un descampado con parking en línea que hay delante del cementerio (aunque cementerio no se ve por ningún lado). Los coches van aparcando uno detrás de otro. Observo la escena desde arriba. Un coche que parece de bomberos, al aparcar detrás del coche de Alberto, lo embiste por detrás y deja la mitad trasera del coche hecha una acordeón. ¡Las cervicales!, digo en alto. Alberto y el bombero salen de sus respectivos coches. Alberto le dice al tipo, poniéndole la mano en el hombro, que han acabado para siempre.

espuma y chica de revista

jueves, 9 marzo 2023. Mi madre tiene la cabeza llena de espuma, como si se la hubiese lavado pero no aclarado. Tengo que irme, tengo mucha prisa, pero no puedo dejar a mi madre con la cabeza así.
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Carmen me cuenta muy contenta que ha sido portada de una revista. Me enseña la foto. Es un escorzo tomado desde arriba donde aparece desnuda. No sé qué decirle.

todo ese caos

martes, 7 marzo 2023. Estoy en una terraza que se parece mucho a la de mi casa, pero es mucho más larga y está muy desordenada. Encima de la barandilla hay unas rejas muy oxidadas. Las cierro con cadenas y candados porque se supone que nos vamos de viaje. Mi suegra me dice que las cierre bien (me sorprende verla porque murió hace tiempo). En la calle, caos. Veo a dos policías arrastrando a un chico que lleva a la cabeza y la mandíbula sangrando. Lo tumban sobre una especie de toalla de plástico amarilla que hay en la acera. Dos señores que iban por la calle tranquilamente, sin venir a qué, se tumban a su lado. Por otra parte, unas señoras le pegan bolsazos a otras señoras y les dicen que se vuelva a su pueblo. Lo miro todo atónita.
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Ángeles está en la cocina de la casa de mis padres haciendo, lo que parecen, buñuelos de bacalao. Le ofrece uno a Alberto. A mí no me ofrece porque en realidad no estoy allí o estoy en modo invisible. Cuando salen de la cocina cojo uno. Lo escupo. Me sabe a filete de lomo crudo.
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Estoy en la cocina de la que era la casa de mi abuela. Todo está muy desordenado. Comienzo a fregar una pila de cacharros. Llegan mis sobrinos, Diego y Elena, y me dicen que el paté que compré no les gusta. Lo echan a la pila de los platos como si fuera el cubo de la basura.

monolito

domingo, 5 marzo 2023. Estamos sobre un monolito parecido al de la película 2001: una odisea del espacio pero es blanco con los bordes redondeados. Tomo a Alberto de las manos, estiramos los brazos y lo acerco todo lo que puedo al suelo. Cuando veo que está a menos de un metro lo dejo caer. Me siento feliz de verlo a salvo. Ahora no sé cómo bajar yo.

melilla

viernes, 3 marzo 2023. Llego a un edificio muy moderno y blanco con grandes habitaciones. Se supone que tengo que presentar un libro. Me encuentro sin fuerzas. Recuerdo que no he desayunado, que metí el vaso con café con leche en el microondas y se me olvido tomarlo. Al recordar ese momento me viene a la cabeza la imagen de mi madre en la cocina. ¡Están solos!, digo. ¡Mi hermana me cambió el día en el último momento y están solos! Veo a Agustín en una de las mesas de la terraza. Lleva el pelo muy largo y liso. Le cuento lo que me pasa. Le digo que tengo que volver. Dice que avise a alguien. Intento llamar a mi prima Elisa, pero cuando marco, el móvil hace lo que quiere.
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Se supone que estoy en Melilla. Hago cola en lo que parece la entrada a una cárcel. A mi lado hay gente que entra en coche. Yo voy a pie. A la chica que va delante de mí la registran, le toman nota de todo lo que lleva. Yo les enseño el DNI y me dejan pasar. Una vez dentro todo parece un decorado. Hay un zoco y un teatro. Entro a verlo. Hay un grupo visitándolo. Las gradas están forradas de escay blanco acolchado. Bajo dejándome chorrar. En la puerta hay un bus. Entro. No sé dónde voy. Le pregunto a una chica si sabe cuándo empiezan las visitas y cuándo terminan. Las visitas duran media hora y el bus de vuelta sale a las 19.30h, así que la visita empieza a las 18.50h. Mientras me lo dice, el bus se ha llenado de niños que vuelven del colegio. Gritan, se empujan. Un tipo los amenaza con un dardo, les dice que les agujereará las latas (cada niño lleva una lata de fruta en almíbar). Los niños se quedan mudos y quietos. Una chica intenta que todo vuelva a la normalidad poniéndose fixo en la cara para hacernos reír con muecas. El hombre, los niños, todos en el bus, ríen a carcajadas. Incluso el conductor, que ha dejado su puesto y aplaude la gracia en el pasillo.

étoile par étage

jueves, 2 marzo 2023. Voy hacia casa de mis padres por la plaza de los monos. Veo una farmacia donde anuncian los mejores pepitos de pollo. Dudo si comprar uno para la cena, pero hay mucha cola. Ya me prepararé algo, pienso. De repente llevo una escalera metálica al hombro. No sé cómo ponérmela para no golpear a nadie ni mancharme (está muy sucia). Para evitarlo, me meto por distintas farmacias (hay varias seguidas). Me da un poco de vergüenza pasar así pero lo prefiero (me tapo la cara detrás de la escalera). Al llegar al portal veo que salen mi madre y mi hermana en bata. ¡Dónde vais tan desabrigadas! Me enfado porque las dos han estado con catarro. Consigo retener a mi hermana pero mi madre sale a tirar la basura. Las empujo hacia el ascensor. En el ascensor hay trapos o moqueta levantada que no deja que las puertas se cierren. Meto a mi madre a empujones. Mientras mi hermana y yo esperamos, se apaga la luz. Al encenderla, aparecen un padre y su hijo cargados con las bolsas de la compra. Turistas, pienso. El hombre pregunta en francés si merece la pena tomar el ascensor. Ça dépend de l'étoile, le digo. Se ríen y comienzan a subir. Pas de l'étoile, de l'étage, les digo cuando ya han desaparecido.

abrazo

lunes, 27 febrero 2023. Dos tipos se cepillan los dientes en un lavabo que hay adosado a la pared de un pasaje. Cuando se vuelven, uno de ellos es Pepe Domínguez. Me alegro mucho de verlo, nos abrazamos. Dice que va a recoger a sus hijos del colegio, que lo acompañe y así los veo. Cuando aparecen, me sorprende cuánto han crecido. ¿Te acuerdas de mí?, pregunto a Julia. Dice que no se acuerda, pero sonríe, se acerca y me abraza.

hueco

domingo, 26 febrero 2023. Voy en la cuba de una camioneta. Alberto ha parado el motor y deja que bajemos por inercia unas callejuelas muy estrechas, algunas tienen hasta escalones. De repente caemos por un hueco. Estoy bien. No puedo ver la cabina porque ha quedado aplastada. Grito: ¡Alberto! ¡Elisa! ¡Andrés! ¡Nadia!, para saber si están vivos. No responden.

chauen

miércoles, 22 febrero 2023. Estoy en una esquina de una calle con casas bajas muy blancas. Oigo un timbre. A mi lado aparece una cabina. Alguien me dice por teléfono que Cumpián ha muerto. Cierro los ojos. Al abrirlos, de repente estoy en Chauen, todo es blanco, azul y luminoso.

cable rojo y pollo asado

lunes, 13 febrero 2023. Hay mesas corridas como cuando los periodistas están informando. cada uno va a lo suyo. Yo tengo que saltar por encima de las mesas hasta llegar donde está Elisa. No puedo saltar con tranquilidad porque me doy cuenta de que no llevo bragas. Cuando por fin llego donde está mi prima, me da una especie de cable rojo muy largo. Este cable representa tener la regla, es una performance, dice entusiasmada.
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Alguien pone delante de mí un pollo asado enorme. No hay plato, está sobre el mantel ensuciándolo todo de grasa. Están esperando que lo sirva. Lo parto en dos sin esfuerzo. Mientras lo hago, la abuela de Alberto me vigila muy de cerca.

teléfono, mi casa

domingo, 12 febrero 2023. Oeste ha presentado su libro en un paraninfo enorme y muy blanco. Le digo que voy a llamar a un taxi para volver a casa. En un cuarto (donde guardan escobas y otras cosas de la limpieza) hay una teléfono como los que salen en las películas antiguas de guerra. Intento llamar, pero no funciona. Voy hasta donde está Oeste y se lo enseño. Creo que hoy no llegaremos temprano a casa, fíjate, el cable está cortado. Le digo muerta de risa.

rejas dobles y aceitunas enormes

sábado, 11 febrero 2023. Entro en lo que parece una iglesia reconvertida en bar. Un tipo, al que se supone que conozco del instituto, me invita a su casa. Dice que su hermana tiene muchas ganas de verme. Caminamos un buen rato por calles que parecen un decorado. Al llegar a su casa, dice que no voy apropiadamente vestida (llevo una especie de pijama de verano blanco: pantalón muy corto y blusa de tirantes, con entredós de tira bordada). Una vez dentro de la casa, ya estoy vestida de otro modo (falda acampanada por debajo de la rodilla y jersey de cuello alto en colores tristes). Su hermana y su madre se alegran mucho de verme, me ofrecen merendar, dicen que ya me han preparado la habitación. Se lo agradezco mucho, pero les digo que tengo que volver porque Alberto estará preocupado. Se miran, se cruzan de brazos. Le digo al tipo (que no sé ni cómo se llama) que tengo que irme. Nadie se mueve. Voy hacia la puerta y está cerrada. Intento escapar por una ventana pero hay dobles rejas. No sé de dónde saco fuerza para abrir los primeros barrotes. Los segundos me cuestan más. Cuando voy a dejarme caer sobre una furgoneta roja que hay aparcada en la puerta, el tipo arranca y mueve la furgoneta. De todos modos me descuelgo agarrándome a unos cables y me dejo caer en el piso de abajo que, afortunadamente tiene la ventana abierta. Entro con la intención de pedirles ayuda, pero no hay nadie. Vuelvo a saltar a la calle. Corro hacia casa. Según avanzo, mi ropa se va volviendo la de antes. Pienso en lo preocupado que estará Alberto.
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Subo la calle del que fue mi colegio. La acera sigue de tierra, asoman raíces. Han puesto una tela metálica para separarla del bordillo. Veo bajar a Taján. Va ensimismado comiendo lo que parecen unas aceitunas enormes. Al pasar por mi lado eructa. Cuando me ve, se da la vuelta y me pide disculpas. Aparece Virginia Aguilar. Parece una niña. Se sienta en la acera con las piernas cruzadas y nos cuenta cosas sin parar de reír. me gusta verla tan feliz. Pienso que en realidad nada de eso está pasando, pero disfruto del momento.

supercachi

jueves, 9 febrero 2023. Estamos en lo que parece un campo de fútbol (aunque hay sillas de plástico en vez de gradas). Por megafonía anuncian que Basti tiene cáncer y a partir de ahora en vez de llamarle Superbasti le llamarán Supercachi. Todo el mundo aplaude. Me parece fatal que lo anuncien así y una falta de respeto que le pongan un mote, pero no digo nada. A la salida, Alberto habla con un tipo (se supone que son compañeros de trabajo). Me quedo unos pasos atrás con su mujer. Le pregunto si viene por acompañar o porque le gusta de verdad el fútbol. Por acompañar. Le digo lo bonito que es su hijo, que qué pelo tan rizado tiene y cosas así. Ella no me sigue la conversación y continua andando callada. Me fijo en su ropa. Lleva una falda larga de tubo acolchada a juego con la cazadora y las botas.

sillas rotas

miércoles, 8 febrero 2023. Llego a lo que parece un centro de salud. Una enfermera atraviesa la sala de espera corriendo y, una vez dentro de la consulta grita, ¡pasa! Hay tres doctoras tras una mesa (no parecen doctoras, van despeinadas y con las batas mal puestas). A mi lado de la mesa hay tres sillas. Al sentarme en la primera, se rompe. La segunda también. Las patas de la mesa se doblan y todo cae al suelo. Ya puedes irte, dice una de las doctoras.
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Elisa está sentada al sol, con la espalda apoyada en la pared. Su cara parece de porcelana. Qué bien te has maquillado, le digo. Andrés saca un kleenex y se lo pasa por la cara con suavidad. Después saca un papelito doblado y amarillento de la cartera. Reconozco mi letra. Me lo enseña un segundo (no me da tiempo a leer nada, parece una lista) y vuelve a guardarlo. Aparece Alejandro y nos enseña su móvil nuevo. Su avatar es la silueta de Mickey Mouse. Si te gusta tanto, ahora hay de todo en Dunnes Stores, no solo camisetas, platos, cojines y hasta sábanas, le digo.

los soviéticos

martes, 7 febrero 2023. Tres chicas nos preguntan si sabemos dónde actúa una chirigota. Le decimos que no somos de Cádiz, pero la conocemos bien. ¿Sabéis si es ensayo o actuación? No saben. La chirigota se llama "Los soviéticos", dice una. Si pones eso en el móvil te dice dónde actúan y a qué hora, respondo. Una de ellas no dice nada, parece triste. Para animarla, le cuento que cuando vivíamos en Cádiz, de tanta humedad, nos crecieron setas en la alfombrilla del coche. No parece hacerle gracia.
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Llego a casa de mis padres, En la puerta del portal hay ropa tendida en perchas. Recojo toda la que puedo. Algunas me quedan muy arriba y no llego. Salen unos vecinos (no los he visto antes nunca), pero me da corte pedirles que me alcancen la ropa. Al llegar al ascensor veo que lo han cambiado. Ahora tiene las paredes de cristal y muchos más botones que antes. Cuando llego a la planta de mis padres, en vez de pisos hay una tienda con varias dependientas uniformadas, sonrientes, esperando en la entrada.

truco y bicho raro

lunes, 6 febrero 2023. Mi sobrina dice que su novio la persigue para que se casen, pero que ella quiere seguir estudiando. Va muy arreglada, con vestido de fiesta y lleva varias carpetas y libros. Le digo que sé como esconderla, que se tumbe en el suelo. La cubro con mucha ropa y mantas en un rincón de una habitación muy desordenada. Intento convencer al novio de que estará mejor sin ella. Mira cómo lo tiene todo, le digo y enseño el cuarto donde está escondida. ¿Crees que te conviene una chica así?, le digo y el truco surte efecto, pero el abuelo intenta entrar a toda costa. Lo empujo y cae por las escaleras. Tu novio no volverá, pero creo que he matado a su abuelo, le digo a mi sobrina.
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Alberto me llama y señala algo en la pared del dormitorio. Parecen dos ramas de brócoli de color blanco unidas por el tallo. ¿Qué es? Un bicho raro, no lo despiertes, dice Alberto.

mi padre fue joven

domingo, 5 febrero 2023. Estoy en casa de mis padres esperando a que llegue mi hermana. Mi padre (parece muy joven) dice que me vaya, que no haga esperar a Alberto. No pienso dejaros solos, me iré cuando llegue mi hermana, le digo. Mi padre me hace una seña. Mi hermana está sentada en un rincón del salón mirando su móvil.

lluvia que no moja y la doble peseta china

sábado, 4 febrero 2023. Llevo dos maletas. Una la arrastro, la otra parece un globo de gas. Entro a un paso subterráneo e intento esquivar a las personas que vienen en sentido contrario para no golpearlas con las maletas. Dentro del paso subterráneo llueve. No llevo capucha. Me doy cuenta de que esa lluvia no moja.
+
Enrique y Odón están charlando sentados en el suelo con las espaldas apoyadas en la pared. Odón le cuenta algo a Enrique y le hace un gesto cerrando el puño y levantando el meñique. Me acerco. Les cuento lo mal que lo pasó mi sobrino Abel al sentirse culpable por haberle hecho ese gesto a un compañero. Pero si eso no es nada, dice Odón. Mi sobrino dice que es lo más ofensivo que se le puede hacer a alguien: la doble peseta china.

un color, rojo

yo estaba delante del espejo

corría la cortina
y la luz roja de la tarde
hacía que me pareciera a Irène Jacob

y tú me peinabas

y tú me peinabas

[domingo, 29 enero 2023]

luminoso y escobilla

sábado, 28 enero 2023. Estamos frente a la casa de Maria Victoria Calle (detrás se ve el monte). Antonio me cuenta que él vivió en esa casa, que de niño hablaba con los enanitos del bosque. No sé si habla en serio o en broma. En la esquina redondeada del piso de arriba hay un luminoso: Disney. Le pregunto si es nuevo o ya estaba. Ha estado ahí desde el principio, dice. Tampoco sé si creerlo.
+
Intento preparar la cena en casa de mi abuela. Hay visita. Me fijo en que hay rincones de la casa muy sucios. Los limpio metiendo la escobilla del váter entre los muebles. Mi tía protesta, dice que seguro que la comida también la he preparado con la escobilla y no piensa comer.

chicles

miércoles, 25 enero 2023. Charo me ofrece unos chicles muy pequeños con forma de conejo.

cámara

martes, 24 enero 2023. Salgo al jardín de la casa de mi abuela con una cámara antigua (de las que se mira desde arriba). El paisaje se ve distinto (más bonito y misterioso) a través de la cámara. Le digo a mi hermana que salga para hacerle una foto. Al mirar por la cámara, mi hermana aparece como una chica pelirroja joven y dulce, guapísima. Al sacar el carrete de la cámara no es más que una cinta de algodón arrugada.

paraguas

lunes, 23 enero 2023. Estoy en un sitio que se parece a la capilla del que fue mi colegio. Daniel se acerca, me saluda y se despide. Le digo que no se vaya, que quiero presentarle a mi suegro. Vemos salir a Alberto y su padre. Corremos tras ellos. Al salir, es de noche y está lloviendo. Daniel abre un paraguas enorme de cuadros. Llegamos a calle Ollerías. Yo sigo, dice. Miro la calle oscura. Pégate a alguna mujer que vaya en tu dirección, dice Daniel.

allá abajo, allá arriba

domingo, 22 enero 2023. Voy por la calle y, al llegar donde se supone que voy, me vuelvo porque he olvidado la llave. Aparece Alberto cargado de lo que parecen bártulos de playa. Le pido la llave con un gesto, me la lanza y me acerco a una persiana metálica muy oxidada. Cuando voy a abrir la llave no entra. Una chica llega con su novio y abre. le hago un gesto a Alberto para que entremos. No hay suelo, hay una pared cortada. la pared está hecha de tablones de donde salen manos y cabezas de hombres que gritan y jalean violentamente como si fueran el público de un combate. Combate no hay, hay un descampado allá abajo.
+
Un tipo me pregunta desde su coche en marcha cómo llegar a un centro comercial donde vendan juguetes. Antes de poder responderle ya se ha marchado. Llego a casa (que no se parece a la mía) y busco entre unas cajas de juegos una posible dirección de dónde los compré, por si el tipo vuelve. Desde la terraza veo un avión que aterriza en la carretera. Las alas cortan varias casas por la mitad, también cables que prenden unos árboles y los árboles unos troncos que hay amontonados. Hago varios intentos llamando al 112, pero el teléfono no funciona. Por fin me atiende una chica, le cuento lo sucedido. Me pide el nombre de la calle. No lo recuerdo. La chica dice que va a preguntar a su novio y me deja en espera. Se va haciendo de noche, veo a la gente seguir sus vidas a pesar del fuego y el avión quieto allá arriba.

fragmentos [3]

sábado, 21 enero 2023. Terraza de bar. Al fondo una iglesia (parece Grecia, pero se supone que estamos en Portugal). Le digo a Alberto que aparcar va a estar difícil. Llegan mi sobrina Elena y unas amigas. Ocupan la mesa que acabamos de dejar. Hemos comido lo mismo, le digo señalando un vaso enorme lleno de lo que parece pollo frito flotando en una sopa con mala pinta. Tened cuidado que pica, les digo.
+
Llamo a Daniel pero lo coge su madre. Me cuenta que se han hecho Jesuitas para que los dejen en paz en las reuniones de la comunidad. Dice que mi padre estuvo en la última y dijo que había que poner burlete en nosedónde. Dice que decía burlete en francés. Se ríe. Le digo que dudo mucho que fuera mi padre, que él jamás ha ido a ninguna reunión. El padre de Daniel le quita el teléfono a su mujer, dice algo con tono enfadado, se despide y cuelga.
+
Mi padre y yo buscamos algo en un armario. Se golpea la mano con una de las bisagras. Se la beso.

desorden

lunes, 16 enero 2023. Llego al portal de la casa de mis padres. Hay cosas por el suelo. Me parece reconocer algunas y son de mi padre. Alguien grita que el conejo se ha escapado. Querrán decir gato, pienso. El gato de mi hermana persigue a un conejo. Intento evitar que escapen. El conejo cae por el hueco de la escalera. Al llegar a casa, todas las cosas de mi padre están en el suelo, algunas hasta rotas. Busco un bol de cristal para meterlas todas e intentar arreglarlas.

fragmentos [2]

domingo, 15 enero 2023. Vamos en bus. Le digo a Alberto que me han invitado a leer poemas en El Cairo, pero no voy a ir porque está muy lejos y porque Egipto no me interesa nada. Una señora, antes de bajarse en su parada se me acerca y me dice al oído: Ve.
+
Cristina y Gonzalo están sentados uno al lado del otro en lo que parecen unas butacas de limpiabotas. Me acerco a saludarlos. Gonzalo tiene los ojos muy azules, sin pupilas.
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Masip se está duchando. Me acerco, le doy un beso en la frente mojada. Le digo que me alegro de que haya venido.

inodoros catarata y frigorífico roto

sábado, 14 enero 2023. Parece la terraza de un bar. Alguien pregunta si me acuerdo de aquella vez que fuimos a nosedónde. Me acuerdo, precisamente llevaba este mismo jersey (rojo con rayas finitas negras), les digo. Cuchichean, me miran de reojo. Si me gusta, no me importa llevar el mismo jersey durante veinte años, pienso y me levanto para ir al servicio. Entro en lo que parece un salón de baile vacío. Al fondo hay dos entradas/túnel envueltas en tela blanca iluminada (como una obra de Christo). Entro por la boca de la derecha. Llego a un espacio con proyecciones de cataratas. Pienso que cada una indicará un inodoro. Busco papel higiénico en unos puf cuadrados forrados de dacha roja. Están vacíos. Al salir por la boca de la izquierda, el salón está a oscuras, ni un resquicio de luz, tanto que creo que me he quedado ciega y vuelvo sobre mis pasos. Bill Nighy está echado en uno de los puf. Hace un gesto para que me acerque y me tumbe a su lado. Dice que tenía dudas sobre divorciarse y que, al recibir mi carta, finalmente ha decidido dejar a su mujer. No sé de qué carta habla ni me voy a casar con él, pero no le digo nada, solo quiero salir de allí. Le pido que camine delante de mí y me guíe a la salida y en la calle ya hablaremos.
+
Al abrir el frigorífico la puerta roza con la esquina de la columna. Voy a decirle a Alberto que venga a verlo a ver qué solución se le ocurre. Al entrar en la cocina veo que la puerta es de plástico muy fino y está rota. Pienso que Alberto va a creer que la he roto yo, pero no se fija. Dice que cualquier mañana meteremos el frigorífico en el maletero y se lo llevaremos a ese amigo mío para que le pase un bastoncillo de los oídos por los rincones. No sé de qué amigo habla y no entiendo que no se dé cuenta de que la puerta está rota.

superluna, aloe e incendio

viernes, 13 enero 2023. Estamos en la playa. Miro a la izquierda y veo un pequeño lago mucho más bonito que el mar. De repente se hace de noche y aparece una luna enorme (como en las portadas de discos) y tan cerca del agua que permite ver la silueta de una chica a contraluz. La chica se zambulle varias veces. Una pareja aprovecha para besarse mientras se bañan. Qué manera de perder el tiempo, pienso de nosotros.
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Hay un multiplicador en el suelo, entre el frigorífico y la cocina. Intento encenderlo pulsando con un palo largo. Nada. Meto la mano entre los muebles para sacarlo y me da corriente. Mi madre dice que puede arreglarlo. Le digo que tenga cuidado, que es peligroso, que antes de tocar nada habría que quitar la corriente. No sé qué pasa que mi madre coge la sartén que estaba al fuego. Le quema, pero no quiere soltarla para que no lo manche todo. Le digo que me la dé, que llevo manoplas. Cuando por fin la dejo en el suelo, veo que mi madre se ha quemado las manos. Corro a por aloe a la terraza. La plata de aloe está blanda de haberla regado en exceso, me cuesta cortar un trozo de hoja. En el suelo (alrededor de la maceta, al sol) está todo lo que tenía en el congelador (verduras, carne). Enfurezco, le grito a mi madre que ahora tendré que cocinarlo todo para que no se eche a perder.
+
Veo una película en la que un tipo incendia la casa de Scarlett Johansson. Ella está tendida en el suelo entre las llamas. No será capaz de dejarla ahí, pienso. El tipo la saca y la abraza. Se sientan en un sofá de espaldas a la habitación en llamas. Ella mira hacia atrás, ve cómo arden sus libros y esconde la cara entre las manos. Pienso que todavía le daría tiempo a rescatar algo. No comprendo que no lo haga.

fragmentos [1]

jueves, 12 enero 2023. Corro por la calle vestida de novia (desde el Compás a calle Cristo). El vestido me queda muy apretado. Me alegra que el velo de tul me tape la cara para que no me reconozca nadie. Mientras corro pienso que, si he salido así a la calle, a partir de ese día podré salir como quiera sin sentir vergüenza.
+
Daniel y yo vamos por la calle, cerca de la estación. Le digo que vi la foto que dejó en el buró de mi cuarto en la casa de mis padres (en la foto aparece tirado en el suelo, como si acabara de caer de un quinto piso). No dice nada. Le digo que, curiosamente, yo me hice una foto igual. No dice nada. Continúo hablando, diciendo sandeces, para que no caminemos en silencio.

chéster verde y autobuses de dos pisos

sábado, 7 enero 2023. Estoy con un grupo de amigos en un sitio que no sé qué es pero donde ya he estado en otros sueños (un edificio de una sola planta, muy blanco, años 70, con gotelé exterior de pegotes de cemento). En la entrada hay tiendas con muy pocas cosas. Quiero comprarle un regalo a Javi, pero o veo nada que me guste. Entro y espero en un chéster verde imitación piel. Llega Pateta muy sonriente, me cuenta cosas sin parar. Llega Javi con el casco de la moto en la mano. Me alegra que pateta y él por fin se conozcan. Se sientan cada uno a un lado (yo en medio), y hablan.
+
Tenemos billetes para el autobús de las 07:30h. Alberto va a cruzar. le digo que la parada es en esa misma acera, pero cruza. Cuando estamos en la acera de enfrente, cruza de nuevo a la que estábamos. Cuando voy a seguirlo aparecen un montón de coches (como en el episodio de la Pantera Rosa). Logro cruzar, pero Alberto ha desaparecido calle arriba. Tiro de la maleta como puedo. De repente no reconozco las calles ni la ciudad. Entro en lo que parece una estación, pero por dentro es una torre con solo escaleras mecánicas. Pregunto por la estación a dos señoras gemelas muy rubias que van delante de mí. Prueba por ahí, dicen y señalan una puerta metálica. La puerta está rota y da a un montacargas desvencijado. Subo. Va lentísimo. Miro la hora, pero mi reloj es de juguete, lleva las 10:30h dibujadas. Intento llamar a Alberto. Primero, me equivoco porque no recuerdo su número; segundo, me sale un mensaje de bienvenida larguísimo donde recomienda una canción; tercero, después de su mensaje hay una llamada de una chica que le da las gracias por dedicarle la canción y que ya quedarán para comentarla. Si hay un verbo que detesto es comentar. Parece que también lo es en sueños porque me enfado muchísimo. me pongo muy triste. Recorro calles que no reconozco y subo cuestas sin parar en busca de la estación. Miro todos los autobuses que pasan (algunos de dos pisos) por si él fuera dentro y me viera, y pararan y me recogieran.

pupilas

jueves, 5 enero 2023. Despierto en una casa que no es la mía. Llevo una camiseta de tirantes muy ligera. Me sorprende, me miro y tengo los pechos muy pequeños. Me alegro muchísimo. En el cuarto de estar hay varias chicas mirando una pecera redonda (se supone que es una casa de acogida y vivo con ellas). Me pongo un café con leche. Abro una puerta por ver si es el cuarto de baño, pero da a un patio. Me acerco a ellas y miro la pecera. Dentro está Gumball. Lleva los ojos vendados con un calcetín. Cuando las chicas se van le pregunto por qué no se lo quita para bañarse. Mis ojos se vuelven horribles, dice. Insisto, se lo quita y, efectivamente, sus ojos parecen dos tomates reventados con las pupilas muy dilatadas.

descalza e invisible

martes, 3 enero 2023. Estamos en un teatro. Un tipo pide a alguien del público que le ayude. Sacan a dos chicas que hay a mi lado. Pienso que a mí nunca me han elegido para nada. En ese momento, el tipo me mira y hace un gesto de "por supuesto tú" para que baje. Me siento especial, me quito los zapatos y bajo ilusionada. Cuando llego al escenario, veo que ha sacado a todo el público y no queda nadie en su localidad. Nos lleva por la calle, en fila, hasta una casa con jardín Por el camino, alguien me abraza por detrás. ¿Quién soy?, dice. Sin volverme, le digo que es Emilio (un compañero de instituto al que no veo hace 38 años). ¿Recibiste el mail que te envié? No responde. Llegamos. En el jardín nos espera un catering sobre mesas altas de madera pintada de verde (desconchadas), todos comen y beben menos yo, que solo intento entender qué está pasando. Después entramos en la casa. Está llena de mesas y sillas de anea. El tipo dice que nos sentemos por grupos para empezar el juego. Todos se colocan rápidamente. Yo no sé en qué mesa sentarme. Solo quiero irme de allí lo antes posible.
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Me despierto y encuentro a la familia Cabezón-Beltrán desayunando en casa con Alberto. La mesa está llena de cosas. Me llama la atención la de tarros de mermelada de distintos sabores que hay. Me hace mucha ilusión verlos. Ellos parecen no verme y siguen a lo suyo. Suena el teléfono, es mi tía Mari (me cuenta penurias). Desde la terraza me siento en los escalones de una escalera que da a otros pisos (en la realidad, no existe). Una chica con bata de limpiadora me dice que no puedo quedarme ahí, que es la escalera de incendios y tengo que dejar el paso expedito por si surgiera algún un contratiempo. me sorprende que se exprese tan bien, la miro con curiosidad, pero vuelve la cara y sale corriendo.

kilos

lunes, 2 enero 2023. Entramos en una calle muy estrecha en un coche que parece no tener techo. Me asomo (por arriba) para ver como salir de allí. Al fondo hay dos señales de calle sin salida, pero en realidad da a una playa. Alberto da la vuelta con facilidad. Ahora, en vez de una calle es un hotel. Al pasar por el hall, hay fuentes con bombones en el mostrador de entrada. Cojo una almendra imperial enorme, rellena de turrón, y se la doy a Nadia. De repente estamos en casa. Alberto y Jurdi están en la cocina quitando hielo al frigorífico. Alberto usa un líquido que parece caldo de pollo, y Jurdi pisotea el hielo metiendo los pies (con zapatos para todo; me parece que tiene los pies enormes). La casa empieza a llenarse de gente. Nadia me devuelve la almendra mordida, dice que no le gusta. Francis y Emilio, se sientan sonrientes, como espectadores felices. Llega una supuesta vecina que se parece a Jennifer Lopez. a dejar algo envuelto en una servilleta. Aparece mi hermana, mira a todos y pregunta cómo va mi novela. Me extraña porque jamás se ha interesado, pienso que está actuando. Le digo que, al no tener varios días seguidos libres, no avanzaba nada y la he dejado. Me corta diciendo que ha quedado. Estás más delgada, le digo. Responde que acaba de pesarse y solo pesa 16 kilos. Todos se echan a reír. Pero si el gato pesa 4... echa cuentas, le digo. Pienso que la báscula puede estar estropeada y la busco para pesarme. Cada vez que me subo, alguien se acerca, me toca el brazo, me empuja o me pone algún peso en las manos, y los números varían. No sé cómo, la báscula está sobre una cama elástica. Imposible pesarme. Me enfado muchísimo y la pago con Elisa (que ha llegado en ese momento). Me mira con cara de asombro y pena. Le pido perdón, la abrazo. A ti sí que te quiero, le digo.