subasta
escondrijo
tres cocodrilos
tres escalones
mantita
vestir la mesa
caballo plano
miércoles, 13 septiembre 2023. Están rodando una película en una especie de bar de hotel. Todo está muy desordenado y viejo (no sé si es decorado o es si así de verdad). Siento que estorbo. Me tengo que apartar cada vez que pasa un actor o alguien con un foco. Decido marcharme. Para salir también pido disculpas varias veces por tener que pasar entre varias personas. Hay una tienda muy mal puesta, con estanterías de chapón. Hay figuras planas de lata y bisutería que parece rota. Begoña y Loli miran cosas. Me fijo en un caballo dorado plano que podría servir de marcapáginas. Pienso que podría comprárselo a Chivite (que colecciona caballos), pero no me convence del todo porque tiene pinta de ir a romperse. Después de dar varias vueltas por la tienda, me doy cuenta de que no queda nadie. El dependiente está al fondo aburrido. Le pregunto por mis amigas. Se han ido, dice. ¿Una de ellas compró el caballo? Sí.
arroz murciano
vasos azules
edredones
carpa
edad
jueves
heaven
pulso
hormigas
descalza
cercano oeste
babuinos
excursionistas
regreso al futuro
columna
como las sardinas
piruleta
bronca
llamadas
los libros pesan
dedicatoria
volar bajito
camiseta
esa risa
tres puntos
bubu
bañera
abrazo
ventana y cables
animales exóticos
perchas
mantel
parque acuático
quesos y paraguas
empanadillas con nata
las ilusas y la plaga
patas de elefantes
piscina
espejismo, papelería y sofá
robo, baile, piel de cuero y heces
metacrilato
escenas
monedas
bizcocho, perros resabiados y taxi futurista
cipreses y sellos arrugados
luces de navidad en agosto
corona de algas
agua de coco
espárragos
manta, pin y bodegón barroco
baltasar
macarras
grosella
espejo
genética
cerco y bonobús
copas y pantalones de hombre
sucio
tomate
gunter
las verduras del odio
amenaza
cuarzo
sábado, 29 abril 2023. Estoy en una especie de mina que hay junto a una pequeña playa. Sobre un pareo extendido en la arena alguien ha dejado un trozo de cuarzo del tamaño de un ladrillo y otra piedra rojiza. Paso varias veces por si me encuentro al dueño. De repente, no sé cómo, estoy sentada en una piedra muy alta. Allá abajo veo a Alberto con dos personas. Noto que resbalo, la piedra es plana y no puedo agarrarme. Les grito que se pongan debajo con algo porque voy a caer al vacío, pero no me oyen.