dedicatoria

viernes, 4 agosto 2023. Isabel y yo llegamos a un despacho a recoger nuestros libros. Nos recibe un hombre hosco detrás de una mesa que hace de mostrador. Está de pie con las manos apoyadas sobre la mesa, mirando hacia delante. Detrás tiene un armario cerrado. Al vernos llegar lo abre sin decir nada. Nos da a cada una nuestro libro (se supone que acabamos de publicar uno cada una). Isabel dice que nos los intercambiemos dedicados. Empiezo a escribir y a mitad pienso que me he liado y la dedicatoria no tiene ningún sentido. Isabel le pregunta al hombre si tiene algún libro más para ella. El hombre vuelve a abrir el armario y saca varios tomos enormes de tapas duras forrados en tela azul marino. No se sabe qué son. ¿Cuál me llevo?, me pregunta Isabel. Llévate La verdad sobre el caso Savolta, lo demás son muy aburridos, le digo.