la ganzúa

lunes, 23 agosto 2021. Un niño se pega a mi espalda. Dame la cartera, dice. Me hace gracia, me río. No ves que no lleno ni bolso, le digo. El niño se enfada muchísimo, me cachea desde atrás, ve que no llevo nada en los bolsillos. Comienzo a andar con el niño pegado. En una tienda veo a Marina, una amiga de mi tía. Me enseña un vestido de princesa Disney. Le entiendo por los gestos que le podría gustar a mi sobrina Nadia. Asiento y sigo caminando. El niño pegado a la espalda me da calor, me cansa. Doy un salto, se despega y cae al suelo, pero en el suelo no es más que una ganzúa. La ganzúa habla: Tengo una pistola, no te librarás de mí.

aprendiz de pirómana

sábado, 21 agosto 2021. Voy a subir a lo que parece un barco. Una chica que va delante de mí le dice al tipo de la entrada que me deje pasar. Al llegar mi turno me da excusas. Les digo que lo he oído todo, que si no me dejan pasar llamaré a la policía, que ya me han hecho la misma faena dos veces. Les da igual. Le digo a la chica que sé dónde vive y quemaré su casa. Me dejan pasar. Me llevan a una habitación en el fondo del barco donde no hay asientos, sólo cojines en el suelo. Protesto. Qué más quieres, es el cine del barco, no te quejes más, dice alguien.

escondida

miércoles, 18 agosto 2021. Pinto el suelo del que fue mi cuarto en la casa de mis padres de azul con una fregona. Salgo y al volver a entrar veo cómo la pintura se la levantado en algunas zonas formando olas quietas. Empieza a llegar gente a casa. Mi cuarto se transforma en mi dormitorio de ahora. Yo me pego a la pared y me cubro con una cortina para que no em vean. Entra una madre con tres niñas vestidas igual (un vestido con delantal muy cursi). Pisan el suelo recién pintado (que ahora tiene muebles). Las niñas tocan todo. Una de ellas coge una caja y una figurita de cerámica. Pienso que la madre le dirá que suelte lo que no es suyo, pero se hace la tonta rebuscando en su bolso y las niñas se llevan varias cosas. Después entran tres o cuatro operarios, miran la puerta que da a la terraza. ¡Han puesto la manilla de plástico!, dice el que parece el jefe. Todos comentan horrorizados. Me fijo que de la pared sobresalen unos tornillos del grosor de un dedo.

parrafada

sábado, 14 agosto 2021. Parece un autobús o una sala estrecha con asientos a los lados. Al fondo Chivite. Suelta una parrafada que deja a todos boquiabiertos. Le digo que lo apunte, que después se le olvidará.

barro

jueves, 12 agosto 2021. Voy con un grupo (no los conozco) por las calles donde jugaba de niña. Les explico que antes las casa eran muy bonitas y ahora son bloques feos de pisos. Entramos en uno. Para llegar a un salón de actos tenemos que bajar por una pared de barro. Alguien me pregunta algo que no llego a oír. respondo que no sé qué soy pero sí sé a quién defendería.

collar rojo

martes, 10 agosto 2021. Llego a lo que parece una tienda o un a exposición. Un gato muy pequeño corre hacia mí, lo cojo, siento que me pide auxilio. Lo dejo en un cesto junto a otro. Tiene los ojos enfermos, le digo a una mujer de mi edad. Dice que les da una comida especial para que los tengan así porque así valen más. Pero mírelo, está sufriendo, le digo. La mujer se enfada muchísimo, dice que no entiendo nada de gatos. La madre de la mujer antipática me consulta sobre una tela, no sabe qué hacer con ella. Le digo que con que le ponga una cinturilla y cuatro pinzas ya tiene una falda. Se abrirá, dice. Le pone un broche, respondo. Toma la tela y se la pone como si fuera un chaleco. Ya tengo las mangas hechas, dice. ¿Entonces para qué me pregunta nada?, pienso. La hija, me mira mal. La señora quiere enseñarme su salón, dice. Subimos las escaleras. Llega el nieto vestido de marinero para hacer la comunión. Está ridículo. ¿Te gusta ir así? Me da igual, quiero ir como todos, dice. En mitad de la escalera hay un niño durmiendo en una cuna. La saltamos. He estado aquí antes, le digo al niño, me acuerdo e la cuna y de que había que saltar un mueble para entrar al salón. El niño de comunión es el único normal en esa casa. Qué grande está el bebé, digo por decir algo. Tiene siete años, responde la madre malhumorada. después me recrimina que yo no haya tenido hijos. Mientras, intento recuperar un collar rojo que se me ha enganchado en el pomo de la puerta.

bañera con piedras

lunes, 2 agosto 2021. Parece un patio. Alrededor hay un arriate con plantas que parece que nadie cuide. También una bañera llena de piedras. Hay un grupo de personas desayunando. Hace ruido. Les digo alzando la voz que de hoy no pasa, que vaciaré la bañera de piedras y quedará como nueva, que la casa da vergüenza. Ni se inmutan. Me fijo en que en cada maceta también hay piedras. Algunas me parecen muy bonitas y, en vez de tirarlas, empiezo a pensar en dónde voy a guardarlas. El grupo deja de desayunar a la vez y disfraza a una señora de Isabel II para grabar un vídeo. Le ponen una gabardina, botas de agua, un bolso (que no pega con el atuendo) y un pañuelo a la cabeza. Salgo tras ella. Está subida en una especie de trilladora y se lanza ella misma patatas a la cara mientras un chico la graba.
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Mi madre tiene el pelo muy largo. Va vestida como una quinceañera. Mírala, es igual que Elisa, le digo a mi tía. Mi madre casi llora, dice que no conoce Fuengirola y no sabe dónde podrá ir a cortarse el pelo. Corro hasta la cancela para abrazarla. No te preocupes, busca cualquier peluquería que ponga "de señoras" no en una unisex, y verás qué bien te dejan. Mi tía sale de casa, le digo que tenga cuidado, que no deje que se cierre la puerta que no tengo llave.
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Manuel dice que a pesar de todos lo años que lleva escribiendo no encuentra su voz. Acércate a la mesa, le digo, cuéntaselo a ella. La mesa es de madera maciza con los cantos romos por los años. Manuel apoya la cabeza en la mesa y le habla. Lo que dice se va escribiendo solo en el papel que hay sobre la mesa.
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Voy con Joan por la acera del parque. Me pego mucho a él, lo abrazo y le doy un montón de besos de abuela porque hace mucho que no nos vemos. Mientras caminamos le cuento la película que vi por la noche con música de los Smiths. De repente estamos en la cama de mis padres y Joan es un bebé muy pequeño. Está dormido. Abre los ojos y dice: La bruja ya no tiene hambre.