zapatos de cartón

viernes, 29 marzo 2019. Alberto y yo salimos de un edificio hacia el parque. Le voy contando lo bien que me ha ido el día. Una chica se acerca, me pregunta dónde he comprado los zapatos. Me siento en un escalón, me quito uno para que se lo pruebe. La chica rompe la punta del zapatos. Lo tira con desprecio. Son de cartón, dice y se va. Cuando estoy diciéndole a Alberto que el día empieza a torcerse aparece Marcos. Repite la frase que acabo de decir. Al volverme, veo que tiene la cara quemada como si le hubiese explotado un tarro de tomate. No le digo nada. Intento consolarlo sin nombrarle las quemaduras. Llegamos a casa. Estamos en la cocina. Hay varias personas que no conozco y cuando las miro reducen su tamaño. Llegan a convertirse en personas-bombonas de butano, pero con ropa. Alberto dice que tengo algo en la espalda. Al quitarme la chaqueta veo que me han pegado un montón de folios donde se burlan de mis poemas. Me desmayo.

ciudades y recetas nuevas

miércoles, 27 marzo 2019. Llegamos a un parking mal iluminado. Alberto tiene prisa porque llegamos tarde a una charla que dará sobre cómo hacer documentales. Todo son dificultades: me cuesta salir del coche, el bolso se abre y todo lo que llevo se me cae, bajo el coche hay una bolsa de reciclaje que no sé cómo ha llegado allí, etc. Llegamos por fin a la sala después de perdernos por los pasillos de lo que parece un instituto. En el pasillo hay una pizarra enorme. Alguien me dice que me siente a esperar que el ginecólogo llegará en un momento. No entiendo nada. En un descuido entro en la sala. En primera fila hay asientos tipo cine, en las demás sillas sueltas y todas diferentes. Veo a Begoña, salto por encima de sillas y personas para ponerme a su lado. Mientras un tipo con gabardina que ni siquiera se ha quitado el bolso bandolera habla de poesía, Begoña me cuenta que ya no le quedan ciudades donde ir porque ha estado en todas y que le pasa lo mismo con las ensaladas. Necesito ingredientes nuevos, dice. Le digo que cuando llegue a casa le enviaré recetas por mail. Pero las necesito ahora, dice.

prioridad

lunes, 25 marzo 2019. Entro en la que era la charcutería del barrio de mi abuela. Venden telas, la cola llega hasta la calle. Tres chicas atienden muy lentamente. Se supone que tengo prioridad porque llamé por teléfono para pedir cita, pero no digo nada. Después de esperar un buen rato, pienso que sé cortar un pantalón y que de todos modos la tela es muy fea, y además no necesito más ropa.

papeleo

domingo, 24 marzo 2019. Alberto y yo entramos en una ferretería que parece un salón de baile. El mostrador está alrededor de la tienda y en medio hay un espacio vacío enorme. En las estanterías hay bolígrafos y libretas. Nos acercamos al mostrador. Hay una chica muy seria bajo el letrero "Papeleo". Alberto quiere denunciar a un vecino que proyecta películas en su terraza sin permiso. La chica le dice que sería mejor que antes hablara con él por las buenas que iniciar el papeleo. Alberto le dice no tiene tiempo, que es mejor que lo haga ella. Lo haré porque es mi trabajo, dice la chica muy enfadada. ¿Os puedo dejar publicidad de mis documentales en el tablón?, pregunta Alberto muy risueño.

media maratón, dos idiotas y una alcayata

sábado, 23 marzo 2019. Estamos en una parada de autobús que parece un contenedor metálico. Hay mucha gente esperando y todos llevan abrigo menos yo, que voy vestida de verano. El bus que debería pasar entra por una calle perpendicular. Indignación general. Recuerdo que leí que han cambiado la plataforma porque hay una media maratón el sábado. Venid conmigo, les digo. De repente se ha hecho de noche y a mí se me han desatado los cordones de las zapatillas. Me siento en mitad de la calle, sobre el asfalto para atármelos. Los coches tienen que esquivarme.
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Estoy en la barra de un bar (que se parece mucho a El Pimpi) con Míchel. De vez en cuando pasan guiris, nos piden el teléfono (tanto a él como a mí). Nos negamos. Un italiano me dice que le dé cualquier número, aunque sea falso, para no quedar mal delante de sus amigos. Míchel dice que quizá así nos dejen en paz. Se lo doy. Míchel tiene otra gran idea: Vamos a hacernos pasar por idiotas. Cada vez que alguien se nos acerque metemos las dos manos en nuestras bebidas, nos ponemos perdidos, aplaudimos y salpicamos a todos los que esten a nuestro alrededor. Así lo hacemos.
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Mi padre intenta colgar una bolsa de plástico de una alcayata. La alcayata está muy alta y mi padre no llega. Yo te la cuelgo. En la bolsa hay un montón de guantes de plástico. Mi padre aprovecha para tumbarse en la cama y hacer gimnasia.

burrito

viernes, 8 marzo 2019. Voy por un camino de tierra. Veo un taller, y a la puerta hay una caja de cartón con retales y un burrito con ropa colgada. Una chica me dice que es ropa que han desechado y puedo llevarme lo que quiera. No quiero abusar, cojo una chaqueta para mí, una falda de gasa para Sonia y una camiseta de rayas para mi prima Elisa. La chica me dice que coja más y me pone un montón de ropa en los brazos, algunas faldas incluso repetidas.

andamio

viernes, 1 marzo 2019. Es el cumpleaños de la hija de Juan Marqués. Su casa tiene un andamio en mitad del salón que da a un descampado parecido al que era el recreo de mi primer colegio. Hay niños corriendo. Alguien dice que habría que hacer fotos. Encuentro una cámara sobre una mesa. Juan dice que ya ha pasado una hora y es suficiente para una fiesta de una niña de cinco años. Dos chicas me miran muy mal porque he cogido la cámara y al parecer era de una de ellas. Para vengarse me esconden los zapatos.