patatas

lunes, 30 julio 2018. Subo con mi madre hacia casa. Vamos hablando de cosas normales, cuando de repente se para delante de una de las casa e intenta abrir el timbre con un llavero como si fuera la puerta. El dueño de la casa me mira aterrado. La cojo del hombro, seguimos subiendo. Dice cosas sin sentido. Le hablo con normalidad mientras pienso que quizá no recupere la cabeza. Al llegar a casa, me encuentro en el suelo de la cocina un periódico abierto con patatas encima. Salgo un momento a abrir la puerta de la terraza. No tardo ni treinta segundos Al volver las patatas están podridas.