hormigas

sábado, 10 diciembre 2011. Estoy en un pasillo muy estrecho clasificando ropa usada. Algunas prendas están rotas y las descarto. A cada rato vuelcan más. La ropa me llega hasta la cintura, pero clasifico con una rapidez asombrosa. También separo bolsos y sombreros. A veces me pongo alguno para hacer reír a la mujer que me trae más cajas con ropa. Al poco tiempo todo está ordenado y la mujer me dice que puedo irme a casa. Entonces me doy cuenta de que he perdido los pantalones. La mujer señala un perchero en la pared. Me los pongo aunque no sé si son los míos. Se abre una puerta y entran varios niños que parecen autómatas. Una niña muy pequeña se acerca a cualquier montón de ropa y le pregunta si es su padre. Siento una tristeza inmensa. La mujer le dice algo y la niña se hace una bola que cada vez es más pequeña hasta alcanzar el tamaño de una hormiga. La mujer la pisa y después me mira y sonríe.