dulces lámparas

viernes, 6 abril 2012. Mi cuñada aparece en la cocina en bikini. Está de mal humor porque dice que es un modelo antiguo. Le pregunto a qué playa va a ir. Dice que sólo va a tumbarse en la terraza. Le digo que entonces no se apure porque allí no la verá nadie. El bikini, desde luego, es bastante feo y le queda muy grande. Le digo a Alberto que tengo que irme ya, que he quedado con Enrique para que me haga unas fotos. Subimos por Fuente Olletas. Andrés está en un bar del camino, esperándonos. Alberto se despide, me besa, dice que me esperará en el bar con Andrés. Continuo el camino sola. Es una cuesta de tierra, temo llegar llena de polvo. Una vez en lo alto de un monte, veo el bar, muevo los brazos, me pregunto si Alberto podrá verme.
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Anita y Claire me enseñan su casa. Dice que han puesto una tienda de lámparas, pero lo que me enseñan dentro de vitrinas frigoríficas son pasteles. No digo nada. Claire dice que ha descubierto una serie española que le gusta mucho "Aquí no hay quien viva". Le digo que mi madre me recuerda mucho al personaje de La yerbas. Se ríe, me da un boli. Más bien me lo entrega con cierta ceremonia a pesar de ser un boli normal. Salimos a pasear. Claire me coge del hombro e intenta que vayamos por callejones. Le digo que no es buena idea. Delante de nosotras caminan Anita y Belén, una niña del colegio a la que no veo hace años. Un tipo la para, le pregunta si se acuerda de él. Belén no se acuerda, no dice nada, pero le escribe su teléfono en una tarjeta. Claire se enfada mucho, dice que le he dado el boli que me regaló a Belén. Saco el boli del bolsillo y se lo enseño. Se calma, me sonríe.