pasapoga

jueves, 12 abril 2012. Llego a casa. Oigo voces que vienen del cuarto de estar. Mi cuñada discute con dos mujeres sobre si repitiendo un gesto cada día uno acaba perfeccionándolo. Cuando me ven, me miran esperando una respuesta. Les digo que todo depende de la edad. Le digo a mi cuñada que, por ejemplo, su madre hacía exactamente lo mismo cada día y cada vez lo hacía peor porque tenía 90 años. De repente una de las mujeres dice, muy contenta, que ha estado en el Pasapoga. Y las tres comienzan a hablar de bares. Mi cuñada habla de un bar con toboganes que encontró buscando un restaurante donde celebrar la boda. No sé de qué boda habla. También dice que en ese bar Andrés y ella se besaron.