cadáveres exquisitos

domingo, 27 septiembre 2015. Daniel me presenta a un amigo. Me parece muy joven. Hablamos de discos. Ella tiene pocos, dice Daniel, y yo abro los brazos para señalar cuánto ocupan. El chico se ríe. Daniel y yo hablamos mentalmente: ¿Qué edad tiene? No le preguntes. Le echo unos 20. No le preguntes. ¿Qué edad tienes? Diecisiete, dice el chico. Le propongo comprar un disco cada uno y hacer dos copias. Así tendríamos tres discos cada uno. Eso ya lo hacíamos, dice Daniel. Sí, pero ahora tendríamos tres.
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Recibo un mail de Jota. Me envía una foto de su hijo. Explica que después de la foto pidió que le cortaran el pelo y tuvo una enorme rabieta. Intento contarle algo sobre mis sobrinos, pero parece que haya olvidado cómo se redacta.