mojito, chanclas de goma y terremoto

martes, 19 julio 2011. Bajo por una pared cubierta de ramas secas. Abajo hay un bar. Iker me pregunta si quiero un mojito y deja unos billetes que parecen de broma sobre la barra. Después se aleja con el mojito. Yo no me atrevo a moverme por si el dinero es falso, pero la camarera tarda en venir a cobrar, Iker sigue alejándose y temo perderlo entre tanta gente.
+
Se supone que es la casa de Andrés. Quiero hacerle una foto junto a sus libros, pero parece más una librería que su casa. Andrés le pregunta a un tipo, en inglés, si tiene un libro que se titula "Pintar es fácil". Pienso que están haciendo teatrillo, porque Andrés sabe qué libros tiene y cuáles no. Pero, ¿qué hace aquel tipo en su casa? Una señoras con pareo me rodean y me cuentan que se han comprado unas chanclas de goma en el store del hotel. Se las quitan, me las acercan a la cara para que las vea, apestan a goma y repito "store" para mis adentros. Miro a mi alrededor y no veo Andrés. Quiero salir de allí.
+
Andrés me pide que lo ayude a encontrar una cortinas. Pienso que algo tan grande no puede perderse, pero la casa es una casa en ruinas y no hay luz. Intento guiarme por un espejo enorme que cuelga de la pared. Andrés lleva un abrigo ancho, parece un personaje de Beckett, pienso, pero cuando pasa por delante del espejo su reflejo está desnudo. Se le nota la marca del bañador. Pienso que es lo más iluminado de la casa y me río sin decir nada. La casa empieza a moverse, Andrés tira de mí y me abraza bajo el marco de una puerta sin hoja. Haz lo que yo te diga, dice.