copilota

sábado, 20 octubre 2018. Me tienen que sacar sangre. Una enfermera va de un lado para otro con un par de tubitos en la mano. Me dice que la siga. No me fío un pelo. No parece un hospital, parece un banco o un edificio de oficinas con el que ya he soñado otras veces. Salimos a la calle. Veo a Eva, conduce un coche, le hago señas para que me rescate. Se baja para saludarme. No sé cómo, estoy dentro del coche en marcha. Ella corre para alcanzarme. Voy en el asiento del copiloto y nadie conduce. Al abrir puerta para que pueda subirse en marcha le doy un golpe al coche que circula a mi lado. El golpe me despierta.