viernes, 27 diciembre 2025. Estoy en una habitación de hotel. Alberto ya ha bajado y me está esperando en la cafetería con Salvatore. Tengo que arreglarme, pero la ropa que hay en las maletas no es mía y, además, está sucia y rota. Oigo que vienen a hacer la habitación. Una chica muy dispuesta entra sin llamar. Le pido disculpas (yo a ella). Llama a otras compañeras y se sientan a charlar. Ahora que estáis todas voy a preguntaros algo, les digo. ¿Os gusta que los clientes dejen las sábanas quitadas cuando se van? Les cuento que yo suelo dejar la cama hecha para ahorrarles trabajo y que una vez una camarera me dejó una chocolatina y un papelito dándome las gracias sobre la almohada. La chica dispuesta dice que a ella no le gusta que se metan en su trabajo. Me pongo desproporcionadamente triste.