nobel

lunes, 21 abril 2008. Seamus Heaney escribe en un ordenador con teclado de madera. Me acerco y le digo a Héctor, que está de pie a su lado, que le traduzca mis palabras de admiración.
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Voy por la calle sacando fotos y de repente pienso que quizá no haya metido carrete. Entro en un portal, que en realidad es un cuarto de baño. Abro la cámara a tientas y trato de averiguar con los dedos si hay carrete y, en el caso de que haya, si se han impresionado las fotos. Mientras leo los negativos con la yema de los dedos, en casi todas las fotos salgo yo de vacaciones en la piscina de un hotel, pienso que no recuerdo haber estado nunca en ese lugar.