garaje francés

miércoles, 21 mayo 2008. Francis y yo rebuscamos juguetes en un garaje. Hay miles de piezas de Lego, piezas de puzzles y muñecos de plástico tipo Dunkin, pero ninguno es el que busco. Francis se pone a cantar y a bailar, de repente, la sintonía de un anuncio. Un vecino aparece en ese momento y le hace los coros. Mientras cantan se me ocurre un poema que apunto en un trozo de papel que encuentro en el suelo. Subimos a su casa. Me asomo a la calle y veo a Cocó en la acera. También la veo dentro de casa, con aspecto de fantasma. Me asusto, se ríen. Para la cena me dan a elegir entre dos sandalias de tacón, unas plateadas y otras azules. No me gusta ninguna. Busco a Alberto entre un montón de amigos de Francis que han llegado. Le digo, Tengo muchas cosas que contarte.