rifa y catavinos

lunes, 8 noviembre 2010. Llego tarde a casa de mis padres, pienso que si tuviera una bici llegaría antes. De repente voy en bici, pero tiene las ruedas pinchadas, la calle está en obras y no avanzo nada. En un bar se rifa una maceta, quieren que compre un número. Les digo que tengo prisa. Camilo sale del bar con un papel en la mano. Tienes que leer esto, dice. Nos sentamos en un escalón. El papel es un vinilo transparente con palabras recortadas y pegadas. Le digo que Herta Müller acaba de publicar un libro así. Camilo se ríe, y corre al bar agitando el papel sobre su cabeza y gritando: ¡Le ha tocado la maceta, le ha tocado la maceta!
+
Entro con mi madre a una papelería. Mi madre se para a mirar lápices y rotuladores. No entiendo para qué los querrá. Me doy cuenta de que yo llevo en la mano varios cuadernos y dos lápices. Pienso que quizás crean que los he robado. Me quedo tranquila al ver que mis lápices están gastados y mordidos. Mi madre me enseña un catavinos verde. Le digo que no con la cabeza. Mi madre parece decepcionada. Los catavinos deben ser catavinos, le digo como si fuese una niña pequeña.