escombros

martes, 21 agosto 2018. Llego a una casa en la que se supone que ya estuve (en otro sueño), donde el dueño me enseñaba su negocio, álbumes de fotos antiguas y me presentaba a sus hijos, hijas y nietos. Esta vez están de obras. Han sacado dos mesas grandes al patio para comer. En la del fondo comen los niños. Van llegando, se acuerdan de mí, se alegran de verme. Les digo que siento no recordar sus nombres. Diga lo que diga les hace gracia. Uno de ellos me pregunta si leí sus libros. Me levanto un momento, salgo al portón a respirar. Me encuentro con las hijas. Dicen que ahora tienen que marcharse, pero que para otra vez las avise con tiempo. Van de negro y del brazo, imagino que van a misa. Los obreros en la puerta siguen sacando escombros. Cuando vuelvo, noto que llevo un cable atado que tira de mí. Intentan cortarlo con un cuchillo. Me lo saco por la cabeza. Quiero largarme de allí, pero no sé cómo.