con cáscara

domingo, 17 agosto 2025. La casa está desordenada, llena de cosas tanto buenas como inservibles (tapones de botella, restos de papel, fotos y pedazos de fotos, relojes y plumas en sus estuches, etc). También hay mucha gente (personas que conozco y otras que no). Me pongo a ordenar haciendo varios montones, separo las cosas que son de plástico de las de papel para reciclar en distintos contenedores. Las cosas que sirven las voy colocando sobre una de las sillas del comedor. Alberto dice que me dé prisa, que tenemos que irnos. No quiero irme dejando la casa así. Todos empiezan a bajar de cuatro en cuatro en el ascensor, se ríen, hablan muy fuerte. Javi se acerca a despedirse, me abraza. Ahí va un beso de huevo con cáscara, dice y me da un beso en el cuello que en realidad es una pedorreta de las que se le dan en la barriga a los bebés. Le pregunto cómo sería un beso de huevo sin cáscara. Repite la pedorreta al otro lado del cuello. Todos se van, me quedo ordenando, hay también ropa y paraguas rotos. Cuando voy a cerrar la cancela de la terraza veo pasar una sombra. Llega Alberto, le digo que hay alguien en la terraza, pero cuando nos asomamos no hay nadie. Justo antes de irnos me vuelvo a mirar, y veo dos sombras.