miel

domingo, 11 diciembre 2022. Llego con mi hermana a un ascensor muy antiguo (de aquellos con puertas de madera y cristales detrás de las puertas de hierro). Una vez dentro, el ascensor se convierte en una poyete junto a un bar donde hay sentados unos chicos bebiendo litronas. Uno de ellos me pregunta algo. Iniciamos una conversación de amueblamiento, nos reímos. Parece buen chico, le doy un codazo a mi hermana para que intervenga. Vosotros dos os llevaríais bien, les digo. El chico dice que es el dueño del bar, y señala el bar que tenemos al lado. Entramos. Me sirven una tarta de queso. Alberto llega con un abrigo muy feo, hasta los pies, y le pone miel a mi tarta. ¡Pero si no me gusta la miel!, le digo. Se enfada y se va.