examen

martes, 9 septiembre 2025. Estamos en calle Cuarteles, en la acera delante de la panadería El burrito. Me entretengo jugando con el broche de estrella que me regaló Alberto. Es tan pequeño que se me escapa de las manos, cae en la acera. Los busco por todas partes, entre el bordillo, en el asfalto... Nada. No quiero perderlo porque me lo trajo de la URSS en 1984 y ya es una reliquia. Aparecen una madre y una hija.Ya estamos aquí, dicen (como si las hubiéramos estado esperando a ellas), podemos irnos. Empujan un coche que comienza a rodar solo. Hay tráfico, les digo que tengan cuidado y corro detrás del coche para intentar montarme en marcha y reconducirlo. De repente estamos en el rellano de la casa de mis padres esperando el ascensor. Entramos. La madre  se queda fuera y oímos que cae. Salimos. Tiene una pierna rota. De la pierna le salen tripas. Otra vez estamos en la acera y varias personas llaman al 112. Os dejo en buenas manos, les digo y me voy a toda prisa porque tengo un examen. Llego tarde a clase. Las puertas ya están cerradas. Abro con cuidado y busco un asiento libre. Qué bien, dice un chico cuando me siento a su lado. No te creas, no vas a poder copiar mucho porque no he estudiado. Los profesores empiezan a repartir fuentes de comida (no platos, fuentes) como si fueran folios en blanco. Nos ponen primer y segundo plato. También un plato con unas tortas de pasas prensadas. Pienso que va a sobrar más de la mitad, que es un despilfarro. Un profesor mayor vuelca otro plato de tortas dentro de mi bolsa. Para después, dice. Podéis empezar el examen, dice una profesora. En mi mesa no hay espacio para escribir ni tampoco tengo papel. Pongo las fuentes en el suelo y me levanto a pedir un folio. La profesora me tiende una servilleta de papel La servilleta es de cuadros celestes y blancos. No hay preguntas así que improviso. Decido escribir una carta de amor a la comida. Escribo: "Nada como una servilleta de Vichy celeste para expresar mi amor". Cuando voy a arrugarla, porque me parece una chorrada, la profesora me la quita de las manos y me dice que he terminado. Te vamos a aprobar de todos modos, dice y me guiña.