martes, 8 julio 2025. Mi madre dice que hay que hacer la compra. Mi hermana no le hace caso. Mi madre se encierra en el ascensor, dice que no entra en casa hasta que no vea la lista hecha. Le digo a mi hermana que me diga qué hace falta. Va nombrando cosas que ve el frigorífico. Le digo que me diga lo que falta, no lo que ya hay. No hay manera. Hago yo una lista por mi cuenta con cosas básicas y le digo a mi madre que ya puede entrar. De repente estamos en casa de mi abuela. Hay un montón de ropa en la calle, la pongo sobre un muro, la voy doblando y hago una pila con ella. Mi tía sale del jardín y me hace señas. Me cuesta mantener la pila sin que se me caiga. Cuando llego señala a la acera de enfrente. Veo a mi prima Elisa en pijama y bata queriendo dar de comer a un gato. ¡Alex, Alex!, le grita. Un hombre muy borracho baja la calle cantando. Elisa lo ve, cruza y viene corriendo hacia casa. Le hago señas a mi hermana para que vuelva, pero se deja agarrar por el hombre y los veo que bailan. El hombre empieza a manosearla. Ella se deja. No sé si le gusta o lo hace porque le da pena. Sigo diciéndole que vuelva. No voy a por ella porque todavía llevo la pila de ropa y temo que se me caiga. Mi tía sale a rescatarla, los separa como puede, entramos en casa y por fin nos sentamos en el salón, a salvo. Mi hermana nos cuenta que se siente muy orgullosa de que el hombre la eligiera a ella.